El Sáhara cuna del Estado-Nación marroquí
Sidi Mohammed Biedallah Diplomático marroquí. (Primera parte)
El Sahara marroquí jugó en la historia de Marruecos y continua de jugar en su presente un papel determinante, y a menudo decisivo, en la formación y la evolución
de la Nación y del Estado marroquíes. Cinco de las siete dinastías marroquíes provienen del Sahara. Por ello, El historiador Henri Terrasse sintetizó “este referente esencial en la historia marroquí: la conquista periódica del Marruecos interior (Atlántico y Mediterráneo) por el Marruecos exterior (continental y desértico), adoptó diversas formas. La mayoría de las veces, una dinastía nacida más allá del Atlas conquistó el Marruecos atlántico.”
Los Almorávides (1049 – 1147), -los velados del Sahara-, crearon el primer imperio marroquí, a caballo entre África y Europa. Los Meriníes, del Sahara oriental, originaron la eclosión de la sociedad hassaní. Los Saadies, de Uad Dr’a, fomentaron el papel geopolítico del Sahara dentro de la proyección africana del Imperio jerifiano.
La dinastía Alauita, descendiente Mulay Ali Sherif de Tafilalet, reinante desde 1630, asentó la preeminencia de la región del Sahara marroquí dentro de la nación del Estados marroquíes.
Nul Lamta, el interés Idrisí por la ruta occidental del comercio transsahariano
Foto aerea del sitio Nûl Lamta © Mehdi Bensid
https://archeologie.culture.gouv.fr/fr/nul-lamta
El primer Estado marroquí se empeñó, apenas nacido, de escenificar su dominio de los confines saharianos de Marruecos. Mulay Idris II, organizador de la
administración territorial del Estado Idrisí naciente, llevó a cabo, en 812/813, antes de su repentino fallecimiento, una expedición en los territorios de Masmuda, al pie del Alto Atlas, a la puerta del Sahara.
El Emir Mulay Abdallah ben Idris fue el gobernador de las regiones saharauis sureñas, que abarca a los territorios de Lamta y las regiones que dependen de ellos,
es decir del Sahara marroquí actual, además de las regiones de Sūs y del piamonte del Alto Atlas (Aghmat, Nafis y a los territorios de Masmuda, …).
El Gran Historiador – Geógrafo andalusí del siglo XI, Al-Bakrī (Huelva, 1014 – Córdoba, 1094), el primero en haber transcrito “El Sahara de Marruecos” para denominar a las regiones saharauis sureñas de Marruecos, anotó, en la “Descripción del África septentrional” que “los países de Lamta y la regiones que dependen de ellos (…) habitados por los Guzzala y los Lamta” tienen por único urbe a Nūl Lamta, el célebre centro artesanal y puerto caravanero “ situado al extremo límite del mundo musulman, el primer lugar habitado que el viajero encuentra cuando viene del Sahara”.
El Viajero – Geógrafo Al-Idrisi (1100 – 1165), autor de la tábula rogeriana, subrayó que los habitantes de estas regiones desérticas inhóspitas “no tienen otra urbe donde fijarse salvo a Nūl.”
Almorávides – los Velados del Sahara – creadores del primer Imperio marroquí
Nūl Lamta vio nacer a Waggāg Ibn Zalluw Al-Lamti, erudito de la escuela malikita, fundador de “Dār al-Murābiṭūn” – Casa de los velados-, donde se hizo cargo de la
formación y la preparación al liderazgo de Abdallah ibn Yasin al-Gazulí, el futuro guía espiritual de los Almorávides. Fundada en el siglo VIII, Nūl Lamta se convirtió, en la época almorávide, en el puerto comercial y centro de intercambio de la ruta occidental del comercio caravanero transsahariano.
Nūl Lamta se erigió, también, en una plataforma de producción artesanal, destacado por su “Escudo Addárqa de Lamta”, fabricado con piel de orix
blanco, muy cortesido por la caballería ligera.
Escudo Lamta, El Escorial, España
https://almogavares.foroactivo.com/t1286-la-adarga
Abdallah Ibn Yasin, movilizó a los Jefes de las tribus cenhegíes del Sahara atlántico (Lamta, Lamtuna, Gazula, Messufa, …), en un movimiento reformista en torno a la doctrina malikita, que dio lugar al Imperio almorávide.
Ibn Yasin puso bajo el dominio almorávide , antes de su muerte en 1059, a “Sijilmasa y sus dependencias, Sûs entero, Aghmat, Nul y el Sahara”, es decir el Sahara
occidental y el Sahara oriental.
El Gran orientalista H. T. Norris subraya en “Saharan Myth and Saga” que “fuertes pruebas contundentes evidencian que el teatro principal de las gestas más antiguas de los Almorávides cenhegíes estaba situado cerca de la Saqiya Al-Hamra y en el extremo sur de la Hamada de Tindûf. Es allí, mucho más que en el corazón de Adrar, de Tagânt y de Hawd, que aparecen más tarde, donde se sitúa principalmente la base de las actividades de Abdallah ibn Yasîn y su mentor
Waggāg Ibn Zalluw.”
Trig Lamtuni, eje central de la ruta occidental transsahariana
El Imperio almorávide, cuyo territorio se extendía de África subsahariana a la
península ibérica, convirtió al Sahara -“ este otro Mediterraneo”, Fernand Braudel-en la columna vertebral del comercio entre África saheliana y subsahariana y el. Mediterráneo.
Muralla de Marrakech
https://es.wikipedia.org/wiki/Almorávides#/media/Archivo:Marrakesh,_devensive_wall.jpg
El Antropólogo – sociólogo Pierre Bonte subraya en “La Saqiya al Hamra, cuna de la cultura oest-sahariana” que las tres principales ramificaciones de la ruta del
comercio caravanero transsahariano pasan por la cuenca de la Sakia el Hamra :
- Trig Lamtuni, la ruta principal, denominada así en referencia al Emir
almorávide Omar Ibn Abu Bakr Lamtuni -, desemboca al norte hacia
Sijilmâsa, a través de Uad Dr’a y Uad Nûn; luego pasa por Tindûf para fluir
hacia Adrar Tmar, Qsar Azûggi y Awdaghust (Mauritania), donde fluían los
intercambios con el Reino de Ghana y los demás Estados de Sûdan ;
- la ruta de Sijilmâsa, atraviesa la Hamada de Tindûf, se dirige al Delta del
Níger para llegar a las salinas de Taghâza y desembocar en Walâta
(Mauritania) y Tombuctú (Mali); - la ruta costera – que sigue en uso, hoy en día – atraviesa las cercanías de la
costa atlántica para ealcanzar los Reinos negros del valle de Senegal.
Los Meriníes, la eclosión del componente Hassaníe marroquí
El Historiador Mohamed Kably llegó, en su ensayo “Espacio y Poder en -Marruecos-
en el fin de la edad media», a la conclusión que los Benimerines, que se habían
instalado, a finales del X° siglo y al principio del XI°, en las estepas del nordeste, entre Muluya y el Rif, empujaron a los Beni Hassan de Ma’qil, procedentes de la
Migración Hilaliana del XI° siglo, que empezaban a nomadear no lejos de sus zonas de pastoreo, a reubicarse en las llanuras sureñas del “lado de Uad Draa”, donde
podían hacerse del control del fructífero comercio caravanero transahariano.
Detalle de los Azulejos de la Medersa Attarine
https://www.fez.net/medersa-attarine
La dinastía meriní se encuentra, entonces, al origen de la eclosión del componente Hassaní de la sociedad marroquí, resultante del mestizaje de las tribus sureñas, cenhegíes amazigh y árabes de Beni Hassan, y los Morabitos – Fundadores de tribus, provenientes del norte de Marruecos (Yabal al-Alam).
Los Saadíes, recomposición geoestratégica entorno al eje sur-norte
La conquista del poder por los Saadíes, que interviene en el contexto de la crisis profunda y global del siglo XVI, marcada por la presión de las potencias marítimas
europeas, en particular de Portugal y de España y la sumisión del resto del Magreb al dominio ottomano, se acompañó, a nivel local, con “el florecimiento de los Santos de la Saqiya al-Hamra” – según la expresión de Pierre Bonte- Fundadores epónimos de las grandes tribus actuales del Sahara marroquí.
Mapa de rutas transaharianas según fuentes árabes medievales (siglos II/VIII-V/XI)
https://journals.openedition.org/remmm/15749?lang=en
Las tribus saharianas tomaron parte de la resistencia a la ocupación ibérica de sitios costeros del Atlántico. La torre Santa Cruz de Mar Pequeña, construida por España en 1476, fue recuperada por Marruecos en 1524. La fortaleza Santa Cruz de Cabo de Gué (Agadir), construida por los portugueses en 1505, fue retomada por los Saadíes en 1541.
La resistencia marroqui, iniciada en sus regiones saharianas del sur, encabezada por los Sultanes Saâdies, se culminó con la “Batalla de los Tres Reyes” de 1578 cuyo alcance simbólico y político desembocó en la reunificación de los marroquíes del sur al norte y sentó los fundamentos del Imperio Saadí.
El papel primordial entretenido por el Sahara marroquí en el Estado Saadí se refleja en su fuerte participación tanto en el ámbito civil como en el militar.
El famoso viajero – historiador Luis del Mármol Carvajal (1520 – 1600), que pasó 22 años en los Reinos musulmanes de África, ocho años de ellos como cautivo de los Saadies, relató, en la “ Descripción General de África”, su participación a la Mahalla (expedición imperial) del Sultán Saadi Mohamed Sheij El Mahdi en las regiones de Sahara, durante la cual cruzó Saqiya el Hamra (Acequia Al – Hamara).
Marmol Carvajal anotó que las tribus del Sahara contribuyeron, con un importante contingente, en el ejército del Sultán Mohamed Sheikh. Entre ellas se destaca la de Rhamna de Beni Ma’aqil con sus 10.000 hombres de los cuales 700 caballeros. El Historiógrafo Valentin Fernandes (Moravia, 1450 — Lisboa, 1519) calificó, en la
“Descripción de la costa de África de Ceuta a Senegal”, la tribu R’hamna como la más poderosa y la más numerosa de las tribus de beni Hassan del Sahara.
Dr. Essadiki Abderrazzak señala en su estudio sobre “Los Rhamnas desde su instalación en el Sahara hasta 1862” que el Sultan Mohamed Sheikh recompensó a
los Rehāmna con su reinstalación en la región Tamesna, entre Marrakech y Safi.
El Historiador polaco, especialista del Estados saadí, P. Andrzej Dziubinsky estima, en “El Ejército y la Flauta de guerra marroquíes en la época de la dinastía saadi”,
publicado en Hespéris-Tamuda en 1972, el efectivo del ejército saadí, durante el reinado del Sultan Mohamed Sheikh, a “63.500 hombres, distribuidos de la siguiente manera: 15.000 en Sûs y Uad Draa (incluido el Sáhara marroquí), 25.000 en el “Sultanato de Marrakech”, 20.000 en el “Sultanato de Fez”, y 3.500
fusileros de los Renegados.”