Víctimas del »polisario» interpelan al CDH sobre las violaciones de los DDHH en los campamentos de Tinduf
Militantes de derechos humanos y víctimas de las violaciones cometidas por el «polisario» interpelaron al Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH) sobre las desapariciones forzadas y los abusos perpetrados por las milicias separatistas en los campamentos de Tinduf, en el sudoeste argelino.
Interviniendo en el marco de la 58ª sesión del CDH, Lemaadla Mohamed Salem Zrug, de la Red Africana para el Desarrollo, la Gobernanza y los Derechos Humanos (RADHEG), subrayó que las organizaciones internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y France Libertés han documentado las violaciones más atroces de derechos humanos cometidas por las milicias del «polisario» y el ejército argelino.
La activista, quien se expresaba en el marco de la interacción con el informe del Alto Comisionado de Derechos Humanos, citó específicamente las desapariciones forzadas, la tortura sistemática, las ejecuciones extrajudiciales, las violaciones, la esclavitud y la privación de ayuda internacional, además del reclutamiento de niños soldados.
En estos campamentos, totalmente asediados por las fuerzas argelinas, «no hay una sola tienda que no haya sido testigo de una historia horrible relacionada con las atrocidades de los dirigentes del ‘polisario'», dijo.
Lemaadla Zrug evocó el caso de su propio padre, quien fue secuestrado antes de su nacimiento y torturado hasta la muerte. «Aún no sabemos qué sucedió con su cuerpo», deploró, relatando también cómo posteriormente fue arrancada de los brazos de su madre y enviada a Cuba con miles de niños, donde fueron sometidos a trabajos forzados y adoctrinamiento ideológico durante años.
«Al regresar a los campamentos, fui perseguida y oprimida porque me atreví a exigir que se esclareciera el destino de mi padre, a quien nunca había visto en mi vida», declaró emocionada.
Por su parte, El Fadel Barika, ex preso saharaui en las cárceles secretas del «polisario», pasó revista los abusos de las que son víctimas las personas secuestradas en los campamentos de Tinduf.
Este activista saharaui citó específicamente la eliminación de la libertad de expresión, la prohibición del trabajo periodístico, la propagación de la esclavitud, las restricciones de movimiento dentro y a la salida de los campamentos, además de la discriminación racial practicada por las autoridades argelinas contra los saharauis.
Según él, «el último episodio de estas prácticas racistas fue la agresión bárbara a estudiantes saharauis por parte de las autoridades argelinas, después de que exigieran el fin de la discriminación racial en el liceo Labyoud, en la wilaya de Mécheria».
«Estas agresiones han provocado heridos entre las víctimas, algunas de las cuales se encuentran en estado crítico, y a sus padres no se les ha permitido abandonar el campamento para visitarlas en los hospitales, donde continúan siendo atacadas física y psicológicamente después de publicar fotos que muestran la gravedad de sus heridas», indicó Braika.
Por otra parte, llamó la atención sobre el agravamiento del asedio impuesto a los saharauis en los campamentos de Tinduf, tras la decisión de las autoridades argelinas el mes pasado de limitar a solo 90 el número de vehículos autorizados para salir de los campamentos cada semana.
Además, el ejército argelino ha llevado a cabo una amplia campaña de detenciones contra los jóvenes saharauis que intentaban huir de los campamentos, y los activistas saharauis han documentado la detención de 43 jóvenes que intentaban abandonar los campamentos sólo desde principios de este año, añadió.
El activista saharaui hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que presione a Argelia a fin de que asuma su responsabilidad en la protección de los saharauis presentes en su territorio y poner fin a la impunidad que alienta a las milicias del «Polisario» y sus dirigentes a continuar sus crímenes odiosos contra los saharauis.
