Bakú: la exposición “Alfombra de Rabat, todo un arte”, bello homenaje al saber hacer artesanal ancestral y al diálogo intercultural
La exposición “Alfombra de Rabat, todo un arte” inaugurada, el martes, por Su Alteza Real la Princesa Lalla Hasnaa, Presidenta de la Fundación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural de Rabat, en el Museo Nacional de Alfombras de Azerbaiyán, en Bakú, es un bello homenaje al saber hacer artesanal y al diálogo cultural entre el Reino y este país de Asia.
Este evento cultural de alto nivel rinde homenaje a uno de los tesoros del patrimonio inmaterial marroquí: la alfombra de Rabat, que se distingue por la elegancia de sus diseños, la finura de su ejecución y la riqueza de sus raíces culturales.
En particular, destaca la excelencia de las artesanas de Rabat, guardianas de un arte refinado transmitido de generación en generación. A través de sus gestos minuciosos y su creatividad, estas mujeres perpetúan un saber hacer ancestral y encarnan el alma viva de la alfombra de Rabat.
La exposición presenta también una selección de fotografías documentales y artísticas que recorren las distintas etapas de la fabricación de alfombras en Rabat -desde el diseño hasta el tejido final- junto a las tomadas por las tejedoras de Bakú.
El punto culminante de este viaje artístico es un diálogo visual único entre una alfombra tradicional de Rabat, procedente de las colecciones del Museo Nacional de Alfombras y Tejidos «Dar Si Saïd» de Marrakech, y una alfombra histórica de la región de Gazakh-Gaymagli, en Azerbaiyán. Esta comparación pone de relieve convergencias notables en las técnicas de tejido, los diseños simbólicos y las paletas cromáticas, ilustrando la universalidad del lenguaje artístico y la riqueza de los intercambios culturales.
Ubicada en un espacio cuidadosamente diseñado, la exposición muestra la belleza del gesto artesanal y ofrece a los visitantes una inmersión sensible en el mundo de las tejedoras, rindiendo homenaje a su contribución esencial a la salvaguardia del patrimonio.
Esta exposición excepcional pone de relieve la ciudad de Rabat y sus alfombras, así como el saber hacer de los artesanos que son los verdaderos guardianes de esta tradición milenaria, subraya Tarik Sadik, director general de la Casa del Artesano, señalando que la Fundación, que sitúa la preservación del patrimonio en el centro de sus prioridades, ha optado por las nuevas tecnologías con vistas a reforzar la transmisión de este arte auténtico y acercar el patrimonio cultural a las generaciones más jóvenes.
El objetivo de esta exposición es también fomentar el diálogo entre las alfombras de Rabat y Azerbaiyán, dos expresiones emblemáticas de la artesanía con una larga tradición de fabricación, que reflejan los valores compartidos de apertura, transmisión e intercambio cultural que unen a los dos países, añadió en una declaración a la prensa.
La alfombra de Rabat, un saber hacer auténtico
La alfombra de Rabat es una representación viva de la importancia de la transmisión perenne de un saber hacer forjado por tejedores que trabajan en casa o en la comunidad, que aplican sus conocimientos intelectuales a través de gestos manuales que transmiten de generación en generación, contribuyendo a que la alfombra evolucione hasta convertirse en un lujo ostensible.
Como describe el relato «La alfombra de mi abuela», escrito por la joven escolar Malak Razek, el arte de tejer alfombras es una hermosa oda a la memoria familiar y a la transmisión intergeneracional.
«Tras descubrir la riqueza del patrimonio material e inmaterial que ofrece Marruecos, decidí participar en la categoría de narración compartiendo la historia de la alfombra tejida por mi abuela, que regaló a mis padres el día de su boda», declaró la joven autora a la MAP.
A través de este cuento, publicado en la revista «Roya», editada por la Fundación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural de Rabat, Malak ha querido destacar la dimensión emocional y cultural de este patrimonio, expresando su gran orgullo al ver su historia seleccionada para figurar en esta exposición.
Asociada a la vida urbana, la alfombra de Rabat conserva toda su originalidad, gracias al gusto, la habilidad y el saber hacer local de las tejedoras, como lo demuestra el exuberante corpus de ornamentos florales y geométricos de obediencia marroquí, realzados por colores armoniosos y equilibrados, todo ello consolidado por la finura y solidez de los hilos de urdimbre, los hilos de trama y las puntadas anudadas.
Se trata de una suntuosa alfombra de lana corta y fina textura, cuya composición está impregnada de influencias orientales. Caracterizada por una simetría perfecta, muestra armoniosamente sus colores rojo ladrillo o rosa viejo, combinando elementos florales, geométricos e incluso zoomorfos.
Un diálogo “tejido” entre Rabat y Bakú
La exposición “Alfombra de Rabat, todo un arte” es también una ocasión para celebrar el diálogo cultural entre Rabat y Bakú, que reúne dos tradiciones ancestrales.
Esta exposición se inscribe en la continuación de los esfuerzos de la Fundación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural de Rabat, presidida por SAR la Princesa Lalla Hasnaa, que trabaja desde su creación para preservar, promover y transmitir el patrimonio inmaterial de Marruecos.
Con esta iniciativa ejemplar, la Fundación reafirma su compromiso con la promoción de las competencias vivas, en particular las desarrolladas por mujeres creadoras, y con el establecimiento de vínculos culturales duraderos entre los pueblos.