Cultura

Una geografía sagrada: Saguia El-Hamra, Referente de la santidad marroquí

Sidi Mohammed Biedallah Diplomático marroquí.

A lo largo de la historia de Marruecos, Uad Saguia El-Hamra ha sido, una referencia de santidad que ha nutrido profundamente el imaginario colectivo marroquí, sin que ello suponga alterar su aura más allá de las fronteras nacionales.

Las virtudes místicas de la Tierra de los Santos – como lo describe el antropólogo Frédéric De la Chapelle -, en las cuales se entrelazan sucesos venerados y leyendas míticas, cultivan la memoria marroquí.

H. T. Norris señala que en la historia del mundo tal como la conciben los musulmanes, un destino especial está reservado a estas extensiones arenosas que rodean la Saguia El-Hamra, de donde un día saldrá un Mahdi, descendiente de Fátima (…) con el fin de restaurar el Islam y celebrar este gran día en el que toda la humanidad será convocada al Día del Juicio.”

Sin embargo, la génesis de la santidad que rodea la Saguia El-Hamra se remonta a muchomás antes de la llegada de los primeros jinetes del Islam. Los Gazula (Ŷudāla), que poblaban las regiones saharianas del sur de Marruecos – y que las civilizaciones grecorromanas las situaban en «el fin del mundo»-, tenían fama de ser, dentro de la confederación de las tribus amazigh Cenhegíes, los dueños de lo sagrado. 

Del mismo modo, en todo el noroeste de África, la Saguia El-Hamra es percibida como un polo de santidad magrebí, un fértil «vivero» de Morabitos.

Sin embargo, este artículo se limita a marcar unas cuantas paradas en cruciales acontecimientos que han alimentado, desde la llegada del Islam al Magreb Al Aqça, esta referencia nacional de santidad.

Ukba Ibn Nafia, el manantial de agua de El Farsiya de la Saguia El – Hamra

Al pie del Alto Atlas, después de haber sometido las zonas del norte, Uqba Ibn Nafia’ se da cuenta de que su misión de conquistar todo el territorio del Magreb Al-Aqça sigue inconclusa, por lo que retoma su periplo y somete el valle de Sūs, antes de marchar sobrelas extensiones saharianas del sur de Marruecos. Lo que el historiador Michel Abitboldescribe como el reconocimiento de Marruecos por Uqba Ibn Nafia’.

En las fuentes de Saqia Al-Hamra, Okba Ibn Nafia’ y su ejército “estuvieron a punto de morir de sed; Entonces Okba comenzó a orar. Entonces, su caballo, rascando la tierra con sus cascos, hizo brotar agua. Desde entonces, este lugar es conocido por El Farsiya.

Transportación de Moulay Idris II de Fez a Saqiya Al-Hamra

Mezquita Al – Qarawiyyin de Fez

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Féraud relata, en su panfleto sobre Los Chorfas de Marruecos», publicado en el año 1871, la creencia popular muy extendida, según la cual «(MulayIdrīs, reconocido Sultán, se trasladó a Sāqiyat al-Hamrā‘ en el extremo de Marruecos; y desde entonces, el Islam empezó a brillar en Marruecos […]. Se dice que a la edad de doce años, Idrīs II meditó sobre sentar las bases de una ciudad. Cuando ascendió al cielo, vio en la tierra un espacio blanquecino resplandeciente de luz. -¿Qué es, preguntó al ángel Gabriel, ese punto luminoso que veo allí? Éste, respondió el ángel, es el lugar donde se levantará la ciudad destinada a ser en los últimos siglos del mundo el refugio de la religión musulmana; Se llamará Fās, y la luz brillará en el seno de sus habitantes con la misma abundancia que el agua fluye dentro de las murallas.

Vimercati Sanseverino (1836 – 1907) señala que “este extracto subraya el papel escatológico de Fez y su tradición espiritual. Expresa la idea de que esta ciudad asume la función de garante de la ortodoxia, preservando el Islam más puro y auténtico transmitido por un descendiente directo del Profeta.

Halima Ferhat enfatiza, por su parte, que esta vulgata idrisí “autenticada y legitimada por la autoridad de Ibn Jaldún y oficializada por el autor de Kitāab el-istiqā , alienta el“mito idrisí que “ha contribuido en gran medida al establecimiento de una geografía sagrada que aseguraba la cohesión y la continuidad del país.

Mercedes García-Arenal y Eduardo Manzano Moreno ven en esta esperanza mesiánica idrisí» la génesis del surgimiento de la Saguia El – Hamra como el punto de partida de todos los grandes santos misioneros.”

J. Dakhlia y Caro Baruja señalan que, prácticamente, no hay ningún santo, ni siquiera en el Magreb central y oriental, que no haya reivindicado un origen en la Saguia El – Hamra.

Saguia el – Hamra, el nacimiento del movimiento almorávide

Para H. T. Norris, El teatro principal de las hazañas más antiguas de los Cenhegíes almorávides estaba situado cerca de la Saqiya Al-Hamrâ y en el borde sur de la Hamada de TindûfEs aquí donde () se desarrolla principalmente la base de las actividades de Abdallah ibn Yasîn y su maestro Wajjâj Ibn Zalwî.

Triq Lamtūni, el corredor utilizado por el Emir almorávide Abū Bakr Ibn Omar, que unía el rosario de pozos de Jbel Bani, en el pie del Atlas, a Zemmour, en el extremo sur del Sahara marroquí, y en cuyo medio se ubica Hassi El Farsiya, constituía la estructura vitalde la ruta occidental del intercambio caravanero transahariano. 

Los almorávides, cenhegíes saharauis, que dieron a Marruecos su primer Imperio cuyo territorio se extendía a caballo entre África y Europa, contribuyeron a la configuración de la identidad nacional marroquí en torno a la homogeneidad de la pertenencia al rito malekita.

Pleitesía del Morabito – Fundador de tribu Sid Ahmed Rgueibi al Sultán El Mansour Eddahbi

Zaouiya y mausoleo del Santo – Morabito Sid Ahmed Rgueibi

http://www.sahara-culture.com/it/IzaaouiadelSahara.aspx

La audiencia, celebrada hacia 1590, del Sultán saadí Moulay Ahmed Al Mansūr Eddahbi a Sid Ahmed Rgueibi, el santo fundador de la tribu homónima, constituye uno de los mitos fundadores de la arquitectura tribal hassaní que prevalece desde entonces en las Provincias del Sur de Marruecos. La Mahalla del Sultán Al Mansūr Eddahbi “acampó cerca del pozo de Haouza (Provincia de Es-Smara), … La actitud benévola del Sultán –saliendo hasta la puerta de su tienda de campaña para dar la bienvenida al Morabito (Sid Ahmed Rgueibi)– reforzó este último.

La creencia popular cuenta que Sid Ahmed Rgueibi ofreció, como funeral, al Sultán Negrobolsas llenas de arena que milagrosamente se convirtieron en oro puro, como muestra de reconocimiento por la concesión del Sultán de una área de pastoreo de Dr’a a Adrar y de “Trig Lamtūni” hasta el Atlántico; una zona de pastoreo que podría cubrir 600.000 km2. 

Zawiya Cheikh Malaâinie de Smara, ejercicio de la soberanía alauita

Zaouiya y Mausoleo del Santo – Morabito Maalaïnin

http://www.sahara-culture.com/it/IzaaouiadelSahara.aspx

La construcción, en 1891, en Smara, al borde de un afluente de la Saguia el – Hamra, por el Santo – Morabito Cheikh Malaïnine de la Zaouiya Maâinia, por orden y financiación personal del Sultán Mulay Abdelaziz, en un momento de paroxismo de la presión colonial europea sobre el Imperio Jerifiano resucita el papel de la Saguia El – Hamra como santuario de fomento de la resistencia y de la preservación de la soberanía marroquí. 

La región de Smara, a medio de la Saguia El – Hamra, donde se encuentran los mausoleos de casi todos los santos fundadores de las tribus saharianas, fue la última zona delterritorio marroquí sometida a la potencia colonial, en 1913.

A pesar de la empresa colonial, la soberanía marroquí se mantuvo en Samara ad perpetuum. La ocupación española sólo se ejerció, efectivamente, en los puntos de concentración urbana creados entorno a los campamentos militares esparcidos, principalmente, a lo largo de la costa atlántica del Sáhara marroquí.

La visión clarividente de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios Lo Glorifique, de colocar las Provincias del Sur, vertebradas por la Saguia El – Hamra, en el centro de la reconfiguración del marco geopolítico del Reino, re-cultivando su dimensión Sahelo -africana y atlántica, les permitirá retomar su papel de plataforma de interacción entre culturas y civilizaciones y de espacio de enriquecimiento espiritual y cultual.

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