Dakhla en el corazón de los intercambios sobre la asociación África-Europa en el Global Youth Leadership Forum (GYLF) en Santander
En Santander, al norte de España, el Global Youth Leadership Forum (GYLF) fue escenario de un intercambio vibrante sobre el papel fundamental que juega el sur de Marruecos en la dinámica de cooperación afro-marroquí. En el centro de las discusiones: Dakhla, la perla sahariana, que se impone cada vez más como un puente estratégico entre el Reino y el África subsahariana.

Una voz desde el terreno: Fatima Bekkar

Entre los momentos destacados del Foro, la intervención de Fatima Bekkar, miembro del consejo local de Dakhla, empresaria y presidenta de la organización Sahara Horizons, captó la atención. Ella ofreció un testimonio estructurado sobre la profunda transformación de las provincias del sur, que considera un modelo marroquí de desarrollo regional integrado y sostenible.
Aquí su intervención tal como fue pronunciada:
« El tema de la sesión fue: La apertura de Marruecos a su arraigo africano – Dakhla como modelo. Intervine como consejera comunal, agente económica y presidenta de la organización Sahara Horizons – Perspectivas de futuro.
Puse de relieve la dinámica de desarrollo integrado que viven las provincias del sur, en los ámbitos económico, social, ambiental y cultural. El modelo de desarrollo lanzado por Su Majestad el Rey Mohammed VI con ocasión del 40º aniversario de la Marcha Verde es una iniciativa real visionaria basada en la participación de los actores locales, el respeto de los derechos humanos y la creación de oportunidades de empleo para los jóvenes.
Dakhla, que representa el 20 % del territorio nacional, es rica en recursos naturales. Se han invertido más de 40 mil millones de dírhams en proyectos estructurantes: puerto atlántico, proyecto agrícola de 5.000 hectáreas irrigado por desalinización de agua de mar, red aérea reforzada, carretera exprés, energía eólica y proyectos de hidrógeno verde.
En el plano político, se han abierto más de 20 consulados africanos en Dakhla, reforzando la cooperación Sur-Sur. Próximamente, la Universidad Mohammed VI de Ciencias de la Salud acogerá a estudiantes africanos, paralelamente al desarrollo de la formación profesional para integrar a los jóvenes del continente y limitar las migraciones.
Por último, Dakhla es también un destino turístico excepcional, gracias a la belleza de su desierto y a la seguridad que ofrece. Ha acogido decenas de foros internacionales. »
Un África que mira hacia el norte

Para Nourdine Mouati, director de GYLF África, esta dinámica refleja la voluntad de Marruecos de desempeñar un papel motor en África:
« Marruecos es un país políticamente estable, abierto a la diversidad, que juega un papel clave en la consolidación de las relaciones Sur-Sur. »

La misma tonalidad se percibe en Laaroussi Hameyen, empresario y representante tribal de Dakhla:
« El éxito del sur marroquí reside en la cooperación, la diversidad y los lazos históricos que nos unen a África. »

Y para Rachid El Batah, alcalde de Sidi Ifni y vicepresidente de la Asociación de presidentes de consejos comunales, esta apertura también se inscribe en una lógica de gobernanza compartida:
« Marruecos cuenta con una democracia que apoya el desarrollo. Mantiene relaciones sólidas y amistosas a escala mundial. »
Dakhla, ciudad símbolo
Lo que llama la atención en Dakhla es su doble identidad asumida: un pie en el desierto y otro en el océano. La ciudad seduce por su belleza natural pero también por su capacidad para acoger grandes eventos internacionales. Convertida en un destino imprescindible para los deportes náuticos, también es tierra de diálogo e innovación, en la encrucijada de las ambiciones económicas, diplomáticas y culturales de Marruecos.
Fatima Bekkar no oculta su orgullo:
« Dakhla ya no está al margen. Está en el centro. Centro de intercambios, centro de ideas, centro de iniciativas. Aquí se construye una nueva narrativa africana. »
Un puente hacia el mañana
Mientras el mundo busca nuevos modelos de desarrollo sostenibles e inclusivos, el sur marroquí, y en particular Dakhla, se impone como un ejemplo concreto de crecimiento arraigado en las realidades locales pero abierto al futuro.
En Santander, el mensaje fue claro: Marruecos no se limita a mirar hacia África — actúa con ella, en el terreno, a diario. Y Dakhla, puerta sur del Reino, es sin duda una de sus llaves más prometedoras.