Cultura

El opositor argelino Anwar Malek revela la influencia de Irán dentro del Polisario y sus reuniones secretas con generales argelinos.

El escritor y periodista opositor argelino Anwar Malek abre uno de los expedientes más sensibles en el norte de África y la región del Sahel, basándose en documentos raros obtenidos durante su trabajo como observador internacional en Siria, publicados hoy por primera vez.

Este trabajo no se limita a presentar un relato analítico de la relación oculta entre el Frente Polisario y el régimen iraní; va más allá al revelar enredos complejos que vinculan a Teherán con redes de armamento y financiamiento que operan en la región bajo la cobertura de roles argelinos que Malek describe como más allá de los límites tradicionales del apoyo político.

El libro sitúa esta relación en un contexto regional más amplio, donde los intereses iraníes se cruzan con las dinámicas del conflicto en el Sahara, y al mismo tiempo con los cálculos del régimen argelino, que Malek considera que gestiona sus crisis internas y externas más por obstinación que por estrategia.

El autor revela hilos de influencia que se extienden desde los campamentos de Tinduf hasta los círculos de toma de decisiones en Teherán, enmarcándolo con datos que describe como “sorprendentes” para la opinión pública, por su implicación directa en la comercialización de armas y la reutilización de actores no estatales en ecuaciones geopolíticas que superan la región del Magreb.

Entre el análisis de las dimensiones de este apoyo iraní y su impacto en el curso del conflicto, y la evaluación del futuro del régimen argelino bajo la presión de las crisis acumuladas, Anwar Malek ofrece una lectura crítica de las opciones del poder en Argelia, considerando que sus consecuencias ya afectan la estabilidad de todo el Magreb. Además, plantea en su libro —con una narrativa de opositor— una pregunta central sobre la capacidad de Argelia de revisar su enfoque en el tema del Sahara o de persistir en lo que el autor ve como un camino cerrado que socava los intereses de la región.

En una entrevista realizada por el periódico Al-Sahifa, ilumina aspectos adicionales del trasfondo de este trabajo, las circunstancias de su inicio y los documentos que constituyeron su núcleo inicial. Allí, Anwar Malek expone su relato completo sobre los motivos que lo llevaron a este tema, los caminos de investigación que le abrieron hilos inesperados, y ofrece un análisis profundo de las intersecciones del proyecto iraní con el Frente Polisario, los límites del papel argelino en uno de los expedientes de conflicto regional más complejos e interconectados entre política, seguridad e inteligencia, así como la situación interna en Argelia y su postura sobre la diplomacia de su país actualmente.


¿Qué lo motivó a enfocarse en la relación entre el Polisario e Irán en este libro? ¿Hubo un evento o documento que fuera el punto de partida?

Anwar Malek dice que se considera entre los más especializados en cuestiones del expediente iraní y las relaciones iraníes en la región, recordando que en 2010 publicó un libro sobre los secretos del chiismo y el terrorismo, y que trabajó en este tema durante años, tanto a través de sus libros como de su presencia en una misión de observadores internacionales en Siria, lo que le permitió seguir la evolución de la situación siria a distintos niveles internacionales. Agrega: “En mi opinión, el punto de partida principal fue mi interés en las expansiones del proyecto iraní en la región. Soy el primer argelino, a nivel magrebí y quizás internacional, que abordó este tema tan temprano”.

Anwar Malek continúa explicando que su trabajo sobre la expansión chií en Argelia le permitió detectar señales iniciales sobre los intentos de Irán de crear un brazo militar en el país, comenzando con el Grupo Islámico Armado “GIA”, luego con lo que escribió más tarde sobre el proyecto del “Hezbollah magrebí”, antes de que se esclarecieran los hilos de la relación con el Frente Polisario.

El autor argelino confirma que lo que realmente lo llevó a profundizar más fueron documentos de inteligencia siria filtrados en los que encontró datos que indicaban la participación de elementos del Polisario en los combates junto a las milicias iraníes en Siria, además de otra información que revela la transformación del Frente separatista en una extensión operativa del proyecto iraní en la región, lo que consideró una amenaza directa para la seguridad nacional magrebí y regional, y decidió elaborar un libro independiente sobre este tema.


¿Cómo se entrelazan los intereses iraníes con las partes en conflicto en el Sahara?

Responde Anwar Malek: “Lo primero que se debe entender es que el régimen iraní, por naturaleza, siempre busca infiltrarse en los focos de conflicto y controlar los hilos de la crisis. Este ha sido el enfoque de los mulás durante años, tanto en el Levante como en nuestro entorno magrebí”.

Agrega que Irán aparece en todas las zonas de caos: en el Sahel y el Sahara, en Libia y Egipto, e incluso en Argelia durante los años noventa a través de su brazo Hezbollah, después de facilitar que un chií leal a la Wilayat al-Faqih llegara al liderazgo del GIA, llamado Mahfoud Tajine.

Continúa Anwar Malek: “A mi juicio, Irán busca desde hace tiempo un punto de apoyo en el norte de África profundo, por lo que lo vemos presente con grupos rebeldes o radicales, aunque difieran ideológicamente de él, desde Boko Haram hasta Al Qaeda y Daesh, pasando por Hamas. Ese es su método: infiltrar los movimientos armados y explotarlos política y militarmente”.

Considera que la región magrebí representa para Irán una preocupación estratégica por su ubicación al sur del Mediterráneo. Las pérdidas consecutivas de Teherán en el Levante la han llevado a apostar por el continente africano para compensar su influencia. En este contexto, recuerda que Jomeini reconoció la llamada “República Saharaui” a principios de los años ochenta, y que hoy el régimen iraní ve en el Frente separatista un medio adecuado de penetración, en paralelo con los intereses del régimen argelino, sin vínculos estratégicos reales con Túnez o Mauritania, frente a la vigilancia de Marruecos y su protección de seguridad espiritual e ideológica.


¿Cuáles fueron las sorpresas o informaciones más destacadas descubiertas durante la preparación del libro y que no eran conocidas por el público?

El libro contiene datos inéditos, incluyendo documentos sobre la relación del Polisario con los servicios de inteligencia sirios y otros relacionados con la coordinación directa con Hezbollah. Entre los descubrimientos más importantes está un acta de reunión que reunió al líder del Polisario, Brahim Ghali, con los servicios de inteligencia sirios, y se revela por primera vez la participación de elementos del Frente en la batalla de Al-Qusayr en 2012 junto a Hezbollah contra los rebeldes sirios, con bajas.

Otras sorpresas, según él, incluyen que “Yasslam Bissat”, actual ministro de exteriores del Polisario, recibió soborno, teléfono y una suma de dinero específica en un documento oficial por parte del entonces embajador sirio. También hay datos sobre reuniones sensibles relacionadas con la esposa del difunto presidente Houari Boumediène, y encuentros con generales y líderes políticos sobre asuntos como el asesinato de Boudiaf. Tras finalizar el libro y enviarlo a impresión, descubrió que los muertos del Polisario en Al-Qusayr fueron presentados en comunicados del Frente como víctimas de enfrentamientos con el ejército marroquí.


¿Cree que el apoyo argelino al Polisario se basa en intereses estratégicos o ideológicos?

“Al principio pensaba que se basaba en fundamentos estratégicos e ideológicos, pero durante la investigación me encontré con datos contrarios”, explica. Se reunió con generales y altos funcionarios argelinos, pero se sorprendió al ver que muchos no conocían ninguna explicación estratégica real para este apoyo, que costó a las arcas más de 500 mil millones de dólares.

Anwar Malek agrega que la esposa del difunto Houari Boumediène le dijo que solo su marido conocía el verdadero objetivo de crear el Frente separatista, considerándolo simplemente como una “piedra en el zapato” del difunto rey Hassan II, y que el asunto estaba relacionado principalmente con la delimitación de fronteras. Según ella, el plan era ideológico al inicio, ligado a orientaciones de izquierda y corrientes de liberación de la época, pero después de Boumediène, el régimen militar heredó el asunto y lo utilizó solo como instrumento de confrontación con Marruecos.

Cita la respuesta de un general cuando le preguntó si el objetivo de Argelia era obtener un acceso al Atlántico: “No lo sé”, y al preguntarle si había acuerdos previos con el Frente en caso de separación: “Nunca”. Concluye que el régimen argelino solo busca ajustar cuentas con Marruecos.


¿Cómo evalúa la forma en que el régimen argelino ha gestionado las crisis internas y externas en los últimos años?

“En mi opinión, el régimen argelino vive hoy un estado de quiebra sin precedentes. Internamente, es incapaz de gestionar las crisis que él mismo creó y agravó, como reconocen la mayoría de los argelinos. Externamente, ha perdido la capacidad de formular una estrategia diplomática o una visión clara de los intereses nacionales”.

Añade que la era de Abdelmadjid Tebboune es la peor de la historia de Argelia en cuanto a gestión de crisis internas y externas. La ausencia de programas de desarrollo o planes para resolver crisis o gestionar relaciones equilibradas con los vecinos ha hecho que el pueblo viva un aislamiento interno y externo sin precedentes.


¿Cómo ve el futuro del régimen argelino ante las presiones internas y externas?

Anwar Malek considera que el régimen vive con miedo del futuro debido al aumento de presiones populares y la intensificación de conflictos dentro de sus alas. Esto se ha manifestado con la prisión de personalidades políticas y líderes que solían tomar decisiones; describe esta fase como un “momento de fuerza bruta”.

Agrega que el régimen está acorralado por sus crisis con Marruecos, Malí, Libia, Francia, España, Emiratos, y que la resolución 2797 de la ONU fue un golpe duro, especialmente con la posible clasificación del Polisario como organización terrorista. Según él, la era Tebboune ha terminado, y el régimen busca hoy un “final” para un escenario iniciado en 2019 con el derrocamiento del Hirak.


¿Cómo evalúa el impacto del apoyo iraní en el dossier del Sahara? ¿Podría tener repercusiones en el Magreb?

“La presencia iraní dondequiera que se instala produce caos. A mi juicio, la expansión iraní en Argelia ha alcanzado un nivel extremadamente peligroso y tendrá repercusiones negativas en la situación interna. El colapso de la estabilidad interna de Argelia tendrá efectos directos en la región del Magreb”.

Considera que el apoyo iraní al Polisario perjudicará más a Argelia que a Marruecos, porque la cuestión del Sahara, según él, ya está cerrada, especialmente después del giro del 31 de octubre.


Si pudiera enviar un solo mensaje al régimen argelino sobre el Sahara, ¿cuál sería?

Anwar Malek se dirige a los responsables de decisión en Argelia: “Si les importa el interés de Argelia y de la región, acepten la mano extendida de Marruecos. La solución radica en abordar el dossier dentro del marco magrebí y familiar, según la propuesta de autonomía, sin alternativa”.

Añade: “Persistir en la obstinación conducirá a desafíos que el pueblo argelino pagará, y la situación podría llegar a la fase de ‘petróleo por alimentos’. Si no despiertan ahora, mientras tienen un margen, la vigilancia no les servirá cuando la presión internacional aumente”. Concluye afirmando que la oportunidad sigue abierta, y que insistir en mantener el conflicto no beneficia ni a los argelinos ni a la reputación del Estado argelino.

Fuente : Al-Sahifa

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