Política

Sáhara marroquí: Destacdas en Seúl las multifacéticas dimensiones de desarrollo del plan de autonomía

Las dimensiones multifacéticas de desarrollo del plan de autonomía presentado por Marruecos para resolver el diferendo artificial creado en torno a la integridad territorial del Reino, fueron destacadas en un simposio internacional celebrado el viernes en Seúl, capital de la República de Corea.

Durante este encuentro, al que asistieron embajadores de varios países, investigadores y representantes de renombrados think-tanks coreanos, se centró en el plan marroquí como modelo de éxito en este ámbito, cuya preeminencia está consagrada en sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Esta preeminencia se ve constantemente reforzada en los frentes político y diplomático gracias a un amplio apoyo internacional.

Organizado bajo el lema «La autonomía como vehículo de desarrollo, un enfoque comparativo», el simposio brindó la oportunidad de arrojar luz sobre el plan marroquí de autonomía y la autonomía en la provincia surcoreana de Jeju, como modelos edificantes que han permitido a estas dos regiones, una en Asia y otra en África, alcanzar notables niveles de desarrollo consolidando la paz y la estabilidad regionales.

La reunión también permitió alertar contra los riesgos insondables del separatismo y la balcanización como factores que dan lugar al caos y la sedición, y son contrarios a las legítimas aspiraciones de desarrollo y progreso de los pueblos de todo el mundo.

En su intervención, el embajador de Marruecos en la República de Corea, Chafik Rachadi, recordó los lazos de Beia que siempre han existido entre los soberanos marroquíes y las tribus saharauis.

Destacó que el plan de autonomía marroquí, presentado en 2007, se ha consolidado no sólo como una base para la paz, sino también como una plataforma de lanzamiento que ha situado a las provincias del sur del Reino en una senda virtuosa de desarrollo en todos los ámbitos.

Gracias a este plan, las provincias del sur se han transformado en un verdadero polo económico y en una zona de cooperación, estabilidad geopolítica y prosperidad compartida, agregó Rachadi, señalando que el nivel de desarrollo alcanzado por las provincias del sur hace que la región sea más atractiva para los inversores nacionales e internacionales.

A nivel político, estas provincias registran la mayor participación en las diferentes elecciones que se celebran en el Reino, tal y como constatan los observadores internacionales que supervisan las elecciones en Marruecos, resaltó el diplomático.

Por su parte, el presidente de la Asociación de las Naciones Unidas en la República de Corea, Kwaak Young Hoon, examinó los principios de autonomía y autodeterminación, subrayando que la experiencia ha demostrado que las opciones de referéndum «ya no son prioritarias» en este ámbito «dadas sus nefastas consecuencias políticas y de seguridad para las poblaciones afectadas, a diferencia de las soluciones políticas negociadas, que tienen un impacto positivo en la integración y la estabilidad nacional y regional».

Kwaak también destacó la autonomía «como mecanismo de protección de la soberanía de los Estados», señalando que «varios factores geopolíticos que han marcado las relaciones internacionales desde el final de la Guerra Fría han empujado a la opción de la autonomía a la vanguardia de los mecanismos democráticos para resolver conflictos respetando la integridad territorial y la soberanía de los Estados, especialmente porque esta opción engloba el concepto de autodeterminación».

También advirtió contra las consecuencias de la «autodeterminación externa», que podría, según él, «sumir al mundo en situaciones complicadas, por no hablar de la incapacidad de las entidades nacidas de estos modelos para garantizar un nivel satisfactorio de bienestar a sus poblaciones».

«La sabiduría de la comunidad internacional es que el derecho a la autodeterminación no debe malinterpretarse de manera que socave la integridad territorial de los Estados, que sigue siendo un principio fundamental, si no el principio fundador, del derecho internacional», insistió.

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