Cultura

Marroquinidad del Sahara: del mapa de Agrippa al reconocimiento americano

Este es solo el primer capítulo de la exploración de Sidi Mohammed Biedallah, Cónsul General del Reino de Marruecos en Bilbao. Compartiremos la siguiente parte en cuatro días.

Marruecos ha constituido, desde la prehistoria, “una unidad geo-cultural específica”- como dice el Historiador Mohamed Kably, Coordinador de la obra enciclopédica “La Historia de Marruecos, reactualización y Síntesis” de 2012, y el único Estado – Nación en el Magreb a la víspera del inicio de empresa colonial europea a principio del siglo XIX.
Este artículo pretende revisitar unas etapas fundacionales de la historia de Marruecos, que le permitieron reconocerse y ser reconocido dentro de sus fronteras, delimitadas en su mapa geográfico, desde Tánger hasta Lagouira.

Cuna de la humanidad, donde vivió el Homo sapiens de Jebel Irhoud, hace 300.000 años, Marruecos emerge de la prehistoria, identificado con un pueblo autóctono, de organización tribal, los Mauros (Maurusios en griego y Mauri o Mauro en latín), que se autodenominaban Mazices (Imazighen); “los hombres libres” o “los nobles” en líbico-bereber.

Entre dos períodos de dominación de las antiguas potencias mediterráneas, fenicio-púnica (siglo VIII a. C. al siglo III a. C.) y romana, Marruecos experimentó, durante más de dos siglos y medio (siglo III al 33 a. C.), un poder central autóctono, gobernado por una dinastía maura, el Reino de Mauritania.

El primer Rey mauro es Baga, que pasó a la historia por haber brindado al Príncipe númida Massinissa una escolta de 4.000 soldados mauros – lo que refleja la potencialidad demográfica del pueblo mauro- 2 , durante su cruce del territorio marroquí, de regreso de Hispania (España) hacia Numidia (Argelia). Y el último Rey, fue Ptolomeo, nieto de la apasionada pareja, el General Rumano Marco Antonio y la última Reina de Egipto, Cleopatra. Mientras que Boco el Viejo es notorio por haber iniciado la unificación de Mauritania Tingitana y Cesariense.

1 Estrabon XVII, 3, 2.
2 Enrique Gozalbes-Cravioto. Aspectos y problemas del Marruecos antiguo. Hespéris-Tamuda L (2015): 9-42.

Boco – Bocchus – (111 a.C – 80 a.C), Rey de Mauretania

https://fr.wikipedia.org/wiki/Bocchus_Ier#/media/Fichier:Bocchus.jpg

Los Mauros son identificados a su territorio, cuyos rasgos fronterizos que han resistido a los tumultos de la historia, delimitado, al este por Numidia, y bañada por los “océanos”, el Mediterráneo (el mar interior), Atlántico (el mar exterior) y Sahara (el desierto).

La Mauretania tingitana, el actual Marruecos, tanto su zona septentrional como meridional, era desde tiempos remotos “una realidad específica” y gobernada por una autoridad unificada,pues “tenía un rey a su frente, y muestra la implantación de una monarquía”. 3

Los periplos de Hannón El Navigante (siglo IV a. C.), de Juba II, el Rey de Mauretania (25 a. C. al 23 d. C.) y de Polibio, el Geógrafo griego, en 146 a.C., al final de la III Guerra Púnica entre Roma y Cartago, atestiguan de la pertenencia, desde tiempos inmemoriales, del Sahara a Marruecos.

3 Enrique Gozalbes Cravioto Los Orígenes del Reino de Mauretania (Marruecos). POLIS, 2010.

La costa marroquí-sahariana en el periplo de Hannón

https://www.researchgate.net/figure/Propuesta-de-escalas-realizadas-en-el-periplo-de-Hannon-de-Cartago_fig1_287390841

4 Alfredo Mederos Martín. La exploración del litoral atlántico norteafricano según el periplo de Hannón de Cartago, 2015

El Almirante Cartago Hannón zarpó, en el siglo V a.C., al frente de “sesenta pentecontoros y con un contingente de hombres y mujeres de treinta mil personas” desde Cádiz hasta el Monte Camerún en una exploración geográfica conocida por “El Periplo de Hannón”, que suscita desde el descubrimiento, en 1533, de su texto escrito en griego, una apasionada y reñida controversia académica.

A su llegada a las Columnas de Hércules (Tingis), Hannón llevó con sus tripulantes a “intérpretes del norte” para poder comunicar con las poblaciones de la zona meridional de Marruecos, con el fin de facilitar la exploración de la costa marroquí-sahariana.

“La existencia en la actualidad de una isla de Herné en la bahía de Río de Oro, siempre despertó grandes expectativas pero, como ya se ha puesto de manifiesto, hasta mediados del siglo XVII dicha isla fue denominada en la cartografía como isla de los Hérons.” 5

Hannón Ela Navigante llegó Draa (Río Lixos en el periplo), en el sur de Marruecos, y después de navegar en zonas desoladas (costa sahariana desértica), encontró una pequeña isla, Cernè, que el mismo la situaba a equidistancia con Cartago respecto a las columnas de Hércules.

Como lo ha bien expresado la Historiadora Hlima Ghazi Ben Maïssa: restringir el periplo de Hannón a un mero viaje de Cádiz a Lixus del norte (Larache), ¿hubiera alcanzado esta celebridad, y sus peripecias hubieran merecido la inmortalidad en placas suspendidas en el templo de Cronos (Baâl-Hammon), o hubiera adquirido tal fama que transciende los siglos?

Ghazi Ben Maïssa contesta que es, por lo tanto, en el extremo sur Marruecos donde debemos colocar las estancias del Almirante cartago. Es en esta región meridional de Marruecos donde debemos buscar los Lixos (del sur), supuestamente fundados por los púnicos. La confusión proviene de confundir los Lixos del sur, más allá del Atlas, con los Lixus del norte.

Más allá de la parte realidad/ficción en el periplo de Hannón, este «texto sagrado», como decía Sénac, expuesto en el templo de Baal-Hammon en Cartago, que sigue suscitando discusiones y polémicas entre historiadores, geógrafos y expertos constituye, en sí mismo, un testimonio del lugar y el papel del Sáhara marroquí, desde los tiempos más remotos, en la identidad y la Historia de Marruecos.

El autor de las Historias, Polibio (200-120 a.C.), realizó su recorrido en 146 a.C. antes de Cristo, al final de la III Guerra Púnica, que terminó con la destrucción de Cartago, por la costa atlántica de Tingitana, como parte de la política romana de control directo de las costas marítimas atlánticas de Marruecos, incluidas las del sur, como lo hicieron los Fenicios y luego los Cartagineses.

Polibio hace eco de ello en su obra:

«hoy en día, en vista de las (conquistas) del imperio de Alejandro en Asia y la dominación romana sobre las partes restantes del mundo, casi todo el mundo se ha vuelto navegable o transitable (… ) Por eso deberíamos conocer mejor y con mayor precisión lo que hasta ahora se desconocía (…) Para ello, sobre todo, hemos soportado los peligros y fatigas que nos han llegado durante un viaje a través de la Libia (de la alta antigüedad), la Península Ibérica y los mares que los rodean.”

5 Alfredo Mederos Martín, Gabriel Escribano Cobo. El periplo norteafricano de Hannón y la rivalidad gaditano-cartaginesa de los siglos IV-III a.C. Gerión. 2000, n.° 18

En general, dejando de lado las controversias en las interpretaciones de los periplos de la antigüedad por el Atlántico -algunos abogan por viajes cortos, otros por recorridos más extensos, se admite que, en su expedición por la costa atlántica marroquí, Polibio llegó al cabo Juby (Hesperu Ceras), y muy probablemente, alcanzó Seguia el-Hamra y, tal vez, Río de Oro.

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