Política

‘Medio siglo es más que suficiente’: El Fórum Canario Saharaui defiende el plan de autonomía marroquí ante el colapso del Polisario y su reconocimiento como organización terrorista

En un contexto geopolítico cada vez más complejo, donde el conflicto del Sáhara Occidental sigue generando divisiones diplomáticas y debates humanitarios, el Congreso de los Estados Unidos ha dado un paso significativo con la presentación de la ley “Polisario Front Terrorist Designation Act”, que busca designar oficialmente al Frente Polisario como organización terrorista.

Con este telón de fondo, hablamos con el presidente del Fórum Canario Saharaui, una organización que desde hace años denuncia la deriva violenta del Polisario, sus vínculos con redes terroristas y las violaciones de derechos humanos en los campamentos de Tinduf. A lo largo de esta conversación, abordamos no solo el contenido de la propuesta estadounidense, sino también el impacto del conflicto en las Islas Canarias, la evolución de la postura española, las implicaciones internacionales del plan de autonomía marroquí, y el papel de la ONU en una resolución definitiva.

  1. Recientemente se ha presentado ante el Congreso de los Estados Unidos un proyecto de ley titulado “Polisario Front Terrorist Designation Act”, que busca sancionar al Frente Polisario y reconocerlo oficialmente como grupo terrorista.

Efectivamente, creemos que la «Polisario Front Terrorist Designation Act» presentada de manera bipartidista por los congresistas Joe Wilson y Jimmy Panetta, representa un avance histórico hacia el reconocimiento de la verdadera naturaleza terrorista del Frente Polisario. Esta iniciativa valida lo que desde el Fórum Canario Saharaui hemos denunciado siempre incansablemente: que la condición de organización terrorista del Polisario no es algo novedoso, sino que se remonta a sus orígenes con numerosas víctimas españolas (especialmente en Canarias) en su macabro historial, y que perpetúa el sufrimiento de miles de saharauis bajo el pretexto de una lucha independentista prefabricada.
La propuesta identifica correctamente al Polisario como una «milicia marxista respaldada por Irán, Hezbolá y Rusia» que proporciona a Teherán un puesto estratégico en África y desestabiliza a Marruecos, aliado histórico de Estados Unidos. Esta caracterización refleja la realidad geopolítica que hemos documentado: el Polisario se ha convertido en una herramienta de actores hostiles que explotan la tragedia humanitaria de Tinduf para proyectar su influencia desestabilizadora en el Magreb.

  1. El Frente Polisario ha sido vinculado, en varios informes internacionales, con actividades ilícitas como el tráfico de armas, la trata de personas y la cooperación
    con células yihadistas.

Cierto. Los informes internacionales que evidencian los vínculos del Polisario con actividades ilícitas confirman lo que hemos denunciado sistemáticamente. El Instituto
Hudson y la Fundación para la Defensa de las Democracia han documentado las conexiones del Polisario con células yihadistas, el tráfico de armas y la colaboración con organizaciones terroristas como Hezbolá y el PKK.
Particularmente revelador es el descubrimiento de milicianos del Polisario entrenados por Irán en Siria, como reveló The Washington Post. Estos combatientes, detenidos tras la caída del régimen de Assad, demuestran que el Polisario opera como proxy iraní en una red terrorista global que amenaza la estabilidad regional. La cooperación con Hezbolá en el entrenamiento de combatientes confirma que el Polisario ha abandonado cualquier legitimidad como movimiento de liberación para convertirse en una organización terrorista funcional.

  1. Desde la perspectiva de su organización (ONG/experto), ¿cuál es el principal peligro que representa la presencia o actividades de miembros del Frente Polisarioresidentes en Las Palmas y otras zonas del archipiélago canario? ¿Existe algúnriesgo concreto para la seguridad o la estabilidad regional?

La presencia y actividades del Frente Polisario en Canarias representa una preocupación legítima que debe analizarse con serenidad, pero también con firmeza. Desde el Fórum Canario Saharaui llevamos años observando y denunciando cómo determinadas instituciones públicas, especialmente el Cabildo de Gran Canaria, se han convertido en lo que podríamos denominar una «delegación oficiosa» del Polisario en las islas.
Lo que más nos preocupa es la sistematización de este apoyo institucional. Carmelo Ramírez, consejero de Solidaridad del Cabildo —quien curiosamente también preside la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sahara (FEDISSAH), uno de los nodos de apoyo al Polisario en España— ha convertido la sede cabildicia en escenario de conferencias, conciertos y eventos pro-Polisario con financiación pública. La izada de la bandera del Polisario en la fachada principal del edificio oficial simboliza esta deriva preocupante.
Por otro lado, resulta especialmente doloroso que el parlamento canario aprobase recientemente una subvención de un millón de euros para el Polisario —incrementada desde los 300.000 euros iniciales— mientras las víctimas canarias del terrorismo del Polisario de los años 70 y 80 permanecen olvidadas y sin reparación. Esta contradicción genera una situación moralmente insostenible: financiar con fondos públicos a quienes perpetraron atentados contra trabajadores canarios.
En ese sentido, el gran trabajo y esfuerzo sostenido a través de los años ha permitido que la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (ACAVITE) documente las más de 300 víctimas del terrorismo del Frente Polisario, incluyendo trabajadores de las minas de fosfatos de Fos Bucraá y pescadores de todo el archipiélago que sufrieron explosiones, asesinatos, secuestros y desapariciones durante los años 70 y 80. Hay infinidad de ejemplos de estos ataques y una macabra hemeroteca sobradamente amplia sobre los mismos. Una violencia que tristemente algunos políticos han tratado de blanquear, especialmente en las Islas.
Por otro lado, la antes mencionada presencia institucionalizada del Polisario genera tensiones innecesarias y situaciones de rechazo, especialmente cuando coincide con la llegada de representantes como Abdulah Arabi o el delegado Alisalem Sidi Zein para actividades de captación y propaganda. Otro ejemplo es la utilización de programas como «Vacaciones en Paz», que sirve como vehículo de transmisión de narrativas sesgadas utilizando a menores de edad como peones al servicio de adultos.
En definitiva, la proximidad geográfica de Canarias con el Sáhara convierte a las islas en un punto sensible para determinadas actividades pro Polisario. La utilización del archipiélago como plataforma de apoyo logístico o propagandístico, como en los casos de políticos y periodistas que de forma frecuente vuelan a El Aaiún o Dajla desde las Islas en busca de una autodenominada “expulsión” que poder mediatizar y viralizar en redes a posteriori, ejemplifica esta modus operandi que busca complicar o tensionar las relaciones bilaterales con fricciones diplomáticas innecesarias.

Desde el Fórum Canario Saharaui defendemos que las instituciones canarias deben mantener la neutralidad institucional que corresponde a organismos públicos, evitando convertirse en instrumentos de propaganda de organizaciones con pasado terrorista. Igualmente entendemos como lógico que se deba priorizar la reparación de las víctimas canarias del terrorismo antes que el apoyo económico a quienes causaron ese sufrimiento, en una grotesca paradoja.
La seguridad y estabilidad regional requieren responsabilidad institucional y coherencia ética. Canarias debe ser un puente de paz y cooperación en el Atlántico, no una plataforma para perpetuar conflictos que impidan la reunificación de la población saharaui en su tierra de origen.

  1. Considerando la evolución actual del conflicto del Sahara Occidental, ¿cree usted que estamos en una etapa cercana al final de esta disputa?

Efectivamente, estamos en una etapa decisiva que preludia el final de este diferendo artificial. La convergencia internacional hacia el plan de autonomía marroquí, con el respaldo de Estados Unidos, Francia, España y Reino Unido, así como de más de una veintena de países de la UE, entre ellos los más relevantes, demuestra que la comunidad internacional está reconociendo la inviabilidad de las pretensiones independentistas del Polisario.
La evolución del conflicto en los últimos años ha expuesto las contradicciones fundamentales del proyecto separatista: mientras Marruecos invierte miles de millones
en el desarrollo del territorio, el Polisario perpetúa la miseria en Tinduf, recurre a la confrontación bélica y alimenta sus pulsiones terroristas. La iniciativa legislativa
estadounidense para designar al Polisario como organización terrorista acelera este proceso al deslegitimar definitivamente su supuesta representatividad. La irrupción del MSP como un nuevo actor representativo dentro de la estructura social saharaui en detrimento del Polisario sin duda es otro punto a tener en cuenta, fomentando el diálogo y la solución autonómica para finiquitar este diferendo. Sin duda el final del conflicto está cada vez más cerca, y vendrá más temprano que tarde por la implementación del plan de autonomía. Algunos “líderes de opinión” en España lo critican puerilmente bajo el pobre argumento de que “solo abarca tres folios”, obviando malintencionadamente que esos tres folios podrán convertirse en decenas o cientos cuando ese Plan se convierta en un Estatuto una vez aceptado por las partes y desarrollado su contenido. En España tenemos experiencia en ese sentido.

  1. La comunidad internacional ha mostrado en los últimos años un reconocimientocreciente de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental.

El reconocimiento creciente de la soberanía marroquí representa la validación internacional de una realidad histórica, jurídica y geopolítica innegable de carácter precolonial, pero sin negar el hecho poscolonial y las nuevas realidades históricas creadas a partir del mismo, algo que refleja y respeta también la propuesta de autonomía. Con más de 100 países expresando algún tipo de apoyo al plan de autonomía y la apertura de más de 50 consulados en El Aaiún y Dajla, la comunidad internacional ha optado por el realismo sobre la utopía independentista.
Particularmente significativo es el respaldo de tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Francia y Reino Unido), que demuestra que la propuesta marroquí goza de legitimidad en las instancias más influyentes del sistema internacional. Este apoyo refleja el reconocimiento de que Marruecos ha demostrado su capacidad para desarrollar el territorio de manera sostenible y beneficiosa para sus habitantes.

  1. Las relaciones económicas entre Marruecos y España son estratégicas y en constante crecimiento.

Sin ninguna duda. Las relaciones económicas hispano-marroquíes viven su momento más brillante y estratégico. Marruecos se ha consolidado como el séptimo socio comercial mundial de España y el tercero extracomunitario, únicamente por detrás de Estados Unidos y Reino Unido. Esta posición privilegiada refleja una cooperación que trasciende lo meramente comercial para convertirse en una alianza económica
estructural.
El intercambio comercial bilateral ha alcanzado la cifra récord de 22.700 millones de euros en 2024, representando un crecimiento sostenido del 6,8% en exportaciones y 9,1% en importaciones, evidenciando que Marruecos se ha convertido en un motor de dinamización de la economía española.
España domina las relaciones comerciales con Marruecos en el ámbito europeo, representando el 37% de las importaciones marroquíes desde la UE y superando a
Francia, Alemania e Italia. Marruecos absorbe el 61% de las exportaciones españolas hacia África y el 79% hacia el norte africano, consolidándose como la puerta de entrada del comercio español al continente africano.

  1. ¿Qué sectores considera usted prioritarios para fortalecer esta cooperación bilateral en los próximos años?

Los sectores prioritarios para fortalecer la cooperación bilateral hispano-marroquí incluyen ámbitos estratégicos que aprovechan las ventajas competitivas mutuas y las oportunidades alrededor de la organización conjunta de la Copa del Mundo de fútbol 2030.
El sector ferroviario representa la oportunidad más transformadora con el proyecto de 40 trenes interurbanos de CAF por más de 750 millones de euros. Sin embargo, el verdadero hito sería la construcción del túnel ferroviario que conectará España y Marruecos a través del Estrecho de Gibraltar. Tras cuatro décadas aletargado, este

proyecto ha recibido un impulso decisivo con la destinación de 1,6 millones de euros para estudios de viabilidad técnica. Si bien es un proyecto a largo plazo, estaríamos hablando del túnel submarino más largo del mundo, superando al Eurotúnel, lo que facilitará el transporte de 12,8 millones de pasajeros anuales y revolucionará la conectividad entre Europa y África.
En cuanto a las energías Renovables y la transición energética, Marruecos aspira a que las energías renovables representen el 52% de su capacidad instalada en 2030. La interconexión eléctrica bilateral se reforzará con un tercer enlace de 700 megavatios que generará ingresos de hasta 140 millones de euros para España. Asimismo, el hidrógeno verde constituye un sector revolucionario donde empresas españolas participan en 6 proyectos con una inversión total de 32.500 millones de dólares. Por tanto, Marruecos se posiciona como socio clave para el Pacto Verde de la UE. Sin duda la coorganización del Mundial generará oportunidades únicas en infraestructuras deportivas, turismo y logística.

  1. ¿Cuál es el impacto social y económico positivo del proyecto de autonomía marroquí en las provincias del sur?

El plan de autonomía marroquí genera un impacto socioeconómico transformador en las provincias del sur. La propuesta garantiza que los saharauis gestionen democráticamente sus asuntos a través de órganos legislativos, ejecutivos y judiciales con competencias exclusivas, disponiendo de recursos económicos necesarios para el desarrollo regional.
El modelo autonómico permitirá el aprovechamiento responsable de recursos naturales, generando beneficios directos para la población local. La experiencia de otros territorios autonómicos exitosos, como por ejemplo el modelo español, demuestra que este marco puede conciliar la identidad cultural saharaui con el desarrollo económico sostenible, a diferencia de la miseria interminable que se proyecta desde Tinduf, donde se produce un genocidio a cámara lenta debido a la falta de oportunidades, el desvío de ayuda humanitaria y la testarudez de sus dirigentes empeñados en perpetuar una situación
insostenible por puro interés personal.
De forma concluyente, una vez más quiero resaltar que la autonomía facilitará el retorno de miles de saharauis actualmente retenidos en Tinduf, permitiendo la reunificación familiar y la reconstrucción del tejido social saharaui en su territorio de origen.

  1. Desde su experiencia, ¿qué mensaje debería transmitir España a sus ciudadanos para comprender mejor la realidad del Sahara marroquí y la importancia
    estratégica de apoyar la postura marroquí?

España debe transmitir a sus ciudadanos que el apoyo al plan de autonomía marroquí representa una apuesta por la paz, la estabilidad y la prosperidad regional. Un Sahara Marroquí con esta cuestión superada constituiría una realidad geopolítica que contribuirá a la seguridad mediterránea y atlántica, especialmente en temas cruciales como la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y los flujos migratorios irregulares.
Los ciudadanos españoles deben comprender que Marruecos representa un socio estable y confiable mientras facilita oportunidades económicas estratégicas para las
empresas españolas. La colaboración en el Mundial 2030 simboliza cómo la asociación hispano-marroquí puede generar beneficios mutuos tangibles.
Contrastar esta realidad constructiva con la alternativa que representa el Polisario —una organización que perpetúa el sufrimiento humano y amenaza la estabilidad regional— evidencia que el apoyo al plan marroquí constituye la única opción responsable y humanitaria.

  1. En el marco del 59o período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, diversas ONG han denunciado la violencia sistemática contra mujeres y niños en los campamentos de Tinduf bajo control del Polisario.

En nuestro caso particular, y como presidente del Fórum Canario Saharaui, durante la reciente 59.a sesión del Consejo entregamos al Alto Comisionado Volker Türk una carta de denuncia con casos que incluyen ejecuciones extrajudiciales, torturas, desapariciones forzadas y esclavitud moderna. Todo ello con la complicidad de Argelia, país anfitrión que delega su autoridad al Polisario y mira hacia otro lado ante estos hechos. En dicha carta y en durante nuestra estancia en Ginebra en diferentes reuniones, subrayamos varios aspectos clave que ilustran la magnitud de la violencia: El Polisario ha establecido un sistema represivo con centros de detención secretos, especialmente en la prisión de Errachid. Los métodos de tortura incluyen electrocución, aislamiento prolongado, extracción de uñas y dientes, y el uso de la «jeringa rectal» con agua salada caliente.
Violencia de género institucionalizada. Mujeres saharauis siguen sufriendo matrimonios forzados, violaciones y una política de procreación dirigida; todo ello bajo la mirada impasible de los dirigentes del Polisario y con la connivencia de las autoridades argelinas
que custodian los campamentos.
Niños reducidos a herramienta propagandística. Documentamos casos de menores uniformados y adiestrados para desfiles militares, otros son enviados a terceros países mediante el programa “Vacaciones en Paz”, utilizando el carácter humanitario del programa con fines de adoctrinamiento político.
En relación con este programa, es importante recordar que hay documentados cerca de un centenar de casos de retención ilegal o secuestro de mujeres en los campamentos de Tinduf. Son jóvenes, en su mayoría mujeres, que llegaron en su día a España a través del programa humanitario “Vacaciones en Paz” siendo niñas, que tuvieron que prolongar su estancia durante años debido a distintas enfermedades, y que cuando libremente decidieron permanecer indefinidamente en España siendo ya mayores de edad, como represalia son retenidas o secuestradas por sus familias biológicas en los campamentos.
Derecho al retorno secuestrado. Las familias que desean salir del desierto y regresar al Sáhara marroquí son objeto de represalias. Los vídeos que proyectamos en la ONU — saharauis suplicando a soldados argelinos que no disparen mientras intentan huir— estremecieron a la sala y dejaron claro que allí se vulnera el derecho humano más básico:
el de vivir donde uno elige. Frente a esta realidad, reclamamosun censo internacional transparente, acceso irrestricto de observadores independientes y la creación de corredores seguros para que quienes lo deseen puedan regresar a Marruecos con dignidad. No hablo de teorías, hablo de rostros, de madres que piden entre lágrimas “que nuestros hijos no hereden esta jaula de arena”. Ese clamor merece una respuesta firme de la comunidad internacional y un compromiso sincero para desmontar, de una vez por todas, el espejismo de Tinduf.

  1. ¿Qué conoce su organización sobre estas violaciones de derechos humanos y qué impacto cree que tiene esta situación en la percepción internacional del
    conflicto?

Ya en la anterior pregunta señalé algunas de estas violaciones, pero hay muchas más: Desde 2014 se han registrado alrededor de 20 casos de ejecuciones o intentos de ejecuciones extrajudiciales, siendo la mayoría de las víctimas jóvenes saharauis involucrados en actividades de subsistencia fuera de los campamentos, como en el caso de los buscadores de oro atacados o ejecutados por militares argelinos. Por otro lado tenemos el emblemático caso de Ahmed Khalil, exconsejero de derechos humanos del Polisario, secuestrado por el DRS argelino en 2009, algo que ilustra la impunidad sistemática que reina en Tinduf.
También hemos denunciado prácticas aberrantes como matrimonios precoces y forzados impuestos en los campamentos, utilizados como herramienta de dominación ideológica y control selectivo. Un caso flagrante que ejemplifica bien esto es el de Ennouha, una joven saharaui a quien se le impidió reunirse con su madre gravemente enferma en Francia debido a decisiones arbitrarias de los líderes militares, lo que demuestra el uso
cínico de la separación familiar como herramienta de control político.Igualmente hemos recordado una vez más el desvío de 105 millones de euros en ayuda humanitaria europea que en su día denunció la OLAF (Oficina Europea de Lucha contra el Fraude), mientras el 88% de los refugiados saharauis sufren de hambre o enfrentan inseguridad alimentaria según el Programa Mundial de Alimentos. El 28% de los niños menores de cinco años presentan retraso en el crecimiento.
Estas denuncias impactan decisivamente en la percepción internacional del conflicto, exponiendo que el verdadero drama humanitario no ocurre en los territorios bajo administración marroquí, sino en los campamentos controlados por el Polisario y Argelia.
La opacidad sistemática de los campamentos, documentada no ya por nosotros u otras organizaciones afines, sino por organizaciones como Human Rights Watch, facilita estas violaciones y genera creciente desconfianza en la comunidad internacional hacia las pretensiones del Polisario de representar legítimamente a la población saharaui.

  1. En su opinión, ¿cuál debe ser el papel de la ONU y de los países miembros para acabar con la impunidad y garantizar la vigilancia internacional en los
    campamentos bajo control del Polisario?

La ONU y los países miembros deben actuar urgentemente para garantizar el acceso internacional sin restricciones a los campamentos de Tinduf, implementar un censo transparente y establecer mecanismos eficaces para supervisar la ayuda humanitaria. La opacidad actual facilita las violaciones sistemáticas de derechos fundamentales y el desvío de esos millones de euros en ayuda europea antes mencionados.
Argelia, como país anfitrión, debe asumir su responsabilidad internacional y permitir el acceso de observadores independientes por encima de los deseos del Polisario, que ante cualquier visita a los campamentos desde el exterior, enseña lo que le interesa y esconde lo que le compromete. La comunidad internacional debe presionar para acabar con la impunidad que ampara las violaciones de derechos en Tinduf con la complicidad argelina, así como exigir transparencia en la gestión de la ayuda humanitaria.
La designación del Polisario como organización terrorista podría facilitar la implementación de sanciones dirigidas contra sus líderes y colaboradores, contribuyendo a desmantelar la estructura de corrupción y opresión que perpetúa el sufrimiento en Tinduf.

  1. Finalmente, ¿qué pasos concretos recomienda para avanzar hacia una solución pacífica y definitiva del conflicto que beneficie a todos los pueblos de la región?

Para avanzar hacia una solución pacífica y definitiva del conflicto saharaui, considero fundamental aprovechar el momentum internacional favorable al plan de autonomía marroquí, respaldado por más de 100 países y tres miembros permanentes del Consejo
de Seguridad.
La implementación del plan de autonomía constituye la única vía realista disponible que, una vez aceptada por las partes, debe desarrollarse mediante negociaciones
multilaterales que concreten el estatuto autonómico específico o documento final, aprovechando la experiencia de otros modelos autonómicoso exitosos. Paralelamente, resultaría esencial establecer mecanismos internacionales para facilitar el retorno voluntario de los refugiados desde Tinduf a sus territorios de origen bajo garantías internacionales, incluyendo programas de reunificación familiar y asistencia para la reintegración.

La estrategia debería exigir la cooperación de Argelia y la ayuda de la comunidad internacional para el desmantelamiento ordenado de los campamentos de Tinduf,
garantizando que la ayuda humanitaria restante, material o económica, no se extraiga por las elites polisarias con fines de lucro personal, y transite hacia programas de desarrollo en el Sahara Occidental bajo administración marroquí en el marco de dicha
autonomía.
Asimismo, el proceso podría integrarse en un marco de cooperación regional entre España, Marruecos y otros actores mediterráneos que aborden integralmente los
desafíos compartidos en seguridad, migración, energía y desarrollo económico.
Resultaría igualmente esencial establecer comisiones de la verdad y reconciliación que documenten las violaciones cometidas durante décadas en Tinduf y faciliten procesos de justicia transicional, garantizando reparaciones para las víctimas.
Finalmente, España debe asumir un papel proactivo como facilitador del proceso, aprovechando su vínculo histórico del territorio y sus excelentes relaciones actuales con Marruecos. La historia juzgará favorablemente a quienes optaron por el pragmatismo humanitario sobre los dogmas ideológicos que perpetuaban el sufrimiento. El momento histórico actual ofrece una oportunidad única para resolver definitivamente este conflicto y reunificar a la población saharaui en paz, prosperidad y dignidad en su tierra de origen.

14. ¿Qué factores influyeron en el cambio de postura española en lo referente al Sahara Marroquí?

El cambio de postura española responde a un despertar tardío pero necesario hacia la realidad geopolítica del Sahara Occidental. Tras décadas de mantener una neutralidad irresponsable que únicamente beneficiaba a quienes perpetuaban el sufrimiento en los campamentos de Tinduf, España finalmente reconoció que el plan de autonomía marroquí constituye la única vía factible para resolver un conflicto enquistado.
La convergencia internacional hacia la propuesta marroquí, con el respaldo estadounidense desde 2020 y el apoyo francés consolidado en 2024, evidenció que
España se había quedado rezagada de una tendencia diplomática irreversible. Marruecos demostró su capacidad diplomática y liderazgo regional al conseguir el apoyo creciente de la comunidad internacional.
La guerra de Ucrania aceleró esta comprensión, revelando que las alianzas sólidas con vecinos estables y confiables como Marruecos son esenciales para la seguridad
energética y migratoria europea. Frente a la volatilidad argelina y su apoyo sistemático al Frente Polisario, España optó por alinearse con la realidad sobre el terreno y el consenso internacional emergente.

15. ¿Cómo explicarías las reacciones de otros partidos españoles a este cambio depostura?

Las reacciones de los partidos españoles revelan una lamentable subordinación a dogmas ideológicos que anteponen la retórica vacía al pragmatismo humanitario. La
oposición sistemática del Partido Popular obedece más a cálculos electorales que a convicciones profundas sobre la cuestión del Sáhara que en realidad nunca tuvieron como partido, y ejemplifica de manera especialmente flagrante una gran irresponsabilidad política, al adoptar una postura anómala como principal partido de la oposición que contradice sus propias convicciones y antecedentes. La oposición sistemática del PP obedece a una estrategia de línea dura implementada
tras su frustración electoral de 2023, cuando esperaban gobernar y seguramente hubieran mantenido excelentes lazos con Marruecos conservando la postura de Sánchez respecto al Sahara. Esta decepción los llevó a adoptar una oposición frentista que utiliza la cuestión saharaui como arma arrojadiza contra el Gobierno. La contradicción del PP es evidente y documentada: en julio de 2022, aun con Pablo Casado al frente del partido, contribuyeron a asentar el cambio de postura del Gobierno votando en contra de una moción independentista que pretendía retrotraer la nueva posición española. Esta votación representó un apoyo tácito del PP al plan marroquí de autonomía. Sin embargo, posteriormente ya con Feijoo fueron ellos mismos quienes impulsaron mociones similares para exigir la rectificación del Gobierno.
Esta frivolidad e irresponsabilidad respecto a un asunto sobre el que pesa una tragedia humanitaria de varias décadas resulta especialmente grave. El PP incurre en múltiples contradicciones: se alinea con partidos independentistas que presume de abominar, apoya implícitamente al Frente Polisario que mantiene vínculos con regímenes de extrema izquierda como Cuba y Venezuela, y contradice las posiciones de más de una veintena de países de la UE que han respaldado la propuesta marroquí, muchos de los cuales apoyaron la propuesta de autonomía estando gobernados por partidos de centroderecha a extrema derecha, algunos incluso compartiendo grupo parlamentario con el PP en la Eurocámara.
La posición del PP no se basa en críticas constructivas o propuestas alternativas viables, sino que busca hostigar la acción del Gobierno para erosionarlo. Esta oposición no responsable prioriza el bloqueo y la crítica sobre el diálogo y la búsqueda de soluciones.
El último ejemplo lo hemos tenido el pasado 6 de julio durante el congreso nacional del partido, donde incluso se atrevieron a invitar al delegado del Polisario en España, Abdullah Arabi, cuando en realidad todos sabemos que, si el PP acaba gobernando, mantendrá la postura del gobierno del PSOE y se mantendrá alejado del Polisario, como ha hecho siempre. En definitiva, convendría que dejasen de utilizar este asunto en clave de política interna zarandeando al rival, y tratasen de remar en la misma dirección para ayudar a la resolución de este diferendo, ya que casi medio siglo de conflicto es más que suficiente.

Por otra parte, los partidos de extrema izquierda como Podemos y los partidos nacionalistas, tradicionalmente los grandes apoyos del Polisario en España, mantienen
una posición anacrónica que ignora deliberadamente las violaciones de derechos humanos en los campamentos de Tinduf, mientras romantiza un Frente Polisario que actúa como organización terrorista bajo tutela argelina. Su oposición constituye un ejercicio de hipocresía que perpetúa el exilio forzoso de miles de saharauis.
El aislamiento parlamentario del PSOE en esta cuestión, aunque inicialmente doloroso por la ausencia de apoyos, demuestra que España finalmente adoptó una posición de Estado fundamentada en criterios realistas y humanitarios, desafiando el consenso artificial que durante décadas benefició únicamente a los gestores de la industria humanitaria en Tinduf.

Lo que emerge de esta entrevista es un diagnóstico claro: la comunidad internacional está cada vez más alineada con una solución basada en el realismo y el respeto a los derechos humanos, mientras que el Frente Polisario pierde legitimidad al mantener prácticas opacas, represivas y aliadas con actores desestabilizadores.

España, por su parte, enfrenta el desafío de comunicar con claridad a sus ciudadanos la importancia estratégica de apoyar el plan de autonomía marroquí, no solo como vía de solución al conflicto, sino también como apuesta por la estabilidad regional, la cooperación económica y la protección de las víctimas olvidadas del terrorismo. En palabras del entrevistado, “medio siglo es más que suficiente”. El momento para actuar con responsabilidad y valentía política ha llegado.

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