La pobreza en la creatividad: Intentos de imitar los éxitos diplomáticos marroquíes; Argelia continúa haciendo reír al mundo.
El absurdo argelino no se detiene en las fronteras del país saqueado, sino que trasciende hacia el exterior, y la serie de robos de todo lo bello y marroquí, ya sea en términos de patrimonio, civilización, creatividad o pensamiento, continúa. Incluso ahora se extiende hasta el robo y la piratería de iniciativas diplomáticas y servicios ofrecidos por Marruecos a sus ciudadanos en todo el mundo, a través de embajadas, consulados y diversas representaciones.
En la última extraña incidencia de robo, se perpetró un asalto contra la iniciativa del Consulado General de Marruecos en Bilbao, que organizó consulados móviles para los marroquíes en Galicia y Asturias los días 26 y 27 de abril pasado, logrando completar un gran número de trámites fuera de su sede oficial, entre la bienvenida de todos. Esta iniciativa se lleva a cabo en varios países en cumplimiento de las instrucciones reales en este sentido.
Lo sorprendente es que el consulado argelino organizó un consulado similar, para la misma región, en las mismas fechas y con el mismo propósito, para contrarrestar el éxito del consulado marroquí en esta dirección. Estas acciones tontas hacen que el mundo se ría ante la estupidez de los gobernantes del palacio presidencial, que desafían cualquier éxito marroquí.
En el contexto de estas competencias diplomáticas, el reino de Marruecos ha demostrado un nivel ejemplar de diplomacia, estableciendo relaciones sólidas y respetuosas con diversos países del mundo.
Su enfoque pragmático y proactivo ha permitido fortalecer la cooperación internacional en áreas como el comercio, la cultura y la seguridad.
La diplomacia marroquí se destaca por su habilidad para construir puentes entre culturas y promover el diálogo inclusivo en la escena mundial. Su compromiso con la paz y la estabilidad regional lo posiciona como un actor clave en el escenario diplomático global.
Mientras tanto, en contraste con la visión y la eficacia diplomática de Marruecos, la actuación de Argelia parece estar anclada en la estupidez y la imitación ciega. A pesar de sus intentos de copiar los éxitos de Marruecos en varios ámbitos, parece que Argelia continúa atrapada en un ciclo de torpeza y falta de originalidad.