El Sáhara marroquí, motor de desarrollo y estabilidad en África
El Reino de Marruecos está acelerando sus planes de desarrollo y modernización en las provincias del sur, con una fuerte apuesta por la prosperidad económica y la estabilidad social en la región del Sáhara marroquí. Así lo confirma Ilan Berman, vicepresidente del American Foreign Policy Council, quien destaca las importantes inversiones movilizadas por Marruecos para consolidar el crecimiento económico y el reconocimiento internacional de su plan de autonomía bajo soberanía marroquí.
En el año que marca el 50 aniversario de la Marcha Verde, la transformación del Sáhara marroquí es evidente. Los proyectos en infraestructuras, como la construcción y ampliación de autovías, aeropuertos y puertos estratégicos como el Atlántico de Dajla, están llamados a ser un motor clave para el desarrollo regional. Estas obras no solo mejoran la conectividad, sino que también impulsan la economía local y crean empleo, contribuyendo a frenar la emigración.
El impacto positivo trasciende fronteras, ya que la iniciativa real para fortalecer la fachada atlántica puede beneficiar a toda la región africana, especialmente en un contexto donde la estabilidad es vital ante amenazas como el terrorismo y la injerencia de potencias extranjeras en el Sahel. En este sentido, la atención de la OTAN y la Unión Europea subraya la importancia estratégica de esta zona.
La vida política local también refleja estos avances. Los representantes saharauis elegidos democráticamente en las elecciones generales, regionales y locales de septiembre de 2021 continúan impulsando congresos, seminarios y eventos que visibilizan la realidad actual en las provincias del sur y atraen la atención de miles de visitantes extranjeros. Estas actividades fortalecen la imagen de la región y abren puertas a nuevas oportunidades.
En el ámbito energético, destacan proyectos de gran envergadura como el gasoducto Nigeria-Marruecos, así como el desarrollo de energías renovables con la colaboración de empresas internacionales. La Agencia Francesa de Desarrollo, por ejemplo, ha comprometido una inversión de 168 millones de dólares para el periodo 2025-2026, reforzando aún más esta apuesta verde.
Marruecos se posiciona además como un destino atractivo para la inversión extranjera, gracias a un marco legal favorable, incentivos fiscales y una estabilidad política consolidada. Empresas españolas, japonesas y de otros países muestran interés creciente en sectores como infraestructuras, logística, minería, pesca, agricultura y turismo, evidenciando un ambiente propicio para la colaboración y el crecimiento conjunto.
En definitiva, las acciones emprendidas por Marruecos en el Sáhara buscan garantizar un desarrollo integral, reforzar la estabilidad y proyectar una imagen de progreso y reconciliación, en línea con el reconocimiento internacional que la región está alcanzando.