SM el Rey dirige un mensaje a los participantes en la Cumbre «África por el Océano» (texto íntegro)
Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, dirigió un mensaje a los participantes en la Cumbre «África por el Océano», copresidida, el lunes en Niza, por Su Alteza Real la Princesa Lalla Hasnaa, Representante de SM el Rey, y el Presidente francés, SE. Emmanuel Macron.
He aquí el texto íntegro del mensaje real, que fue leído por Su Alteza Real la Princesa Lalla Hasnaa.
“Loor a Dios.
La oración y el saludo sean sobre el Profeta, Su familia y Sus compañeros,
Señor Presidente de la República Francesa,
Señoras y Señores Jefes de Estado y de Gobierno,
Señor Presidente de la Comisión de la Unión Africana,
Señoras y Señores Ministros,
Excelencias, Señoras y Señores,
En primer lugar, quisiera poner de relieve el compromiso personal del Presidente de la República Francesa, Su Excelencia el Señor D. Emmanuel Macron, a favor de los océanos. Este compromiso se halla en plena consonancia con los tiempos actuales, en los que África, con sus voces, sus ventajas y su visión, quiere expresarse plenamente sobre su destino marítimo.
Asimismo, quiero agradecer a mis hermanos africanos y a las destacadas personalidades del continente su participación en esta Cumbre sin precedentes, dedicada a nuestro litoral compartido de más de 30.000 kilómetros.
Excelencias, Señoras y Señores,
Si bien los mares y océanos africanos son ricos, también son vulnerables; estratégicos, pero poco optimizados; prometedores, pero aún mal protegidos. Esta paradoja nos exige pasar de una lógica de potencialidad a una otra de apropiación.
El medio ambiente es un pilar fundamental de la gobernanza oceánica, pero no es su única faceta. El océano representa nuestra soberanía alimentaria, nuestra resiliencia climática, nuestra seguridad energética y nuestra cohesión territorial. También refleja lo que somos, lo que consumimos, lo que explotamos y, en consecuencia, lo que legaremos.
En este sentido, Marruecos aboga por un replanteamiento estratégico del papel marítimo de África, centrado en tres pilares:
PRIMERO, UN CRECIMIENTO AZUL.
La economía azul no es un lujo ecológico, es una necesidad estratégica. Acuicultura sostenible, energías renovables marinas, industrias portuarias, biotecnologías marinas, turismo costero responsable… Todos estos sectores tienen un futuro, siempre y cuando estén estructurados, interconectados, concebidos como cadenas de valor y dotados de inversiones significativas y normas adaptadas.
He aquí la esencia de la Estrategia Nacional, concebida y desplegada por Marruecos, en tanto que motor de crecimiento, inclusión social y desarrollo humano.
En este sentido, el Reino ha emprendido varios proyectos estructurantes que han rediseñado particularmente el panorama portuario nacional, como el gran puerto de contenedores de Tánger Med y los futuros puertos de Nador West-Med y Dajla Atlántico, que se apoyarán en un imponente ecosistema logístico e industrial.
EN SEGUNDO LUGAR, UNA COOPERACIÓN SUR-SUR REFORZADA Y UNA INTEGRACIÓN REGIONAL EN TORNO A LOS ESPACIOS OCEÁNICOS
El esfuerzo debe ser colectivo, porque el desafío no es nacional sino más bien continental. No basta con tener un océano en común, tenemos que pensarlo juntos, gestionarlo juntos y defenderlo juntos. Solo un enfoque africano coordinado es susceptible de optimizar las cadenas de valor marítimas, asegurar las rutas comerciales y obtener una parte más equitativa de la riqueza oceánica mundial.
Por ello, África debe ser un actor clave en la protección de la biodiversidad marina, los recursos genéticos y las áreas marinas protegidas. Le corresponde, igualmente, dotarse de mecanismos de seguridad marítima adaptados a sus necesidades y hablar con una sola voz en el escenario oceánico mundial.
FINALMENTE, UNA EFICACIA MARÍTIMA A TRAVÉS DE LAS SINERGIAS ATLÁNTICAS.
La dinámica geopolítica en África no puede padecer la inercia de la geografía ni las cargas del pasado. La costa atlántica africana ha sido un eje particularmente desatendido, a pesar de representar un potencial inconmensurable de apertura, tránsito y proyección para el continente.
Con este ánimo, Hemos lanzado la Iniciativa de los Estados Atlánticos Africanos, que busca convertir este litoral en una zona de diálogo estratégico, seguridad colectiva, movilidad e integración económica, dotada de una gobernanza inédita, colegiada, movilizadora y pragmática.
Nuestra visión de un África Atlántica que valora este océano no concierne únicamente a los países costeros, sino que abarca igualmente a los países hermanos del Sahel, a quienes corresponde ofrecer una salida marítima estructurante y fiable.
Con este mismo espíritu de solidaridad y prosperidad conjunta, Hemos iniciado también el proyecto del Gasoducto Atlántico Africano como corredor de interconexión energética y vector de nuevas oportunidades geoeconómicas en el África Occidental.
Excelencias, Señoras y Señores,
El océano es y seguirá siendo un nexo y un horizonte compartido que a todos nos corresponde proteger y acondicionar como un espacio de paz, estabilidad y desarrollo. África, que nunca es tan fuerte como cuando habla con una sola voz, está en el centro de este ambicioso proyecto, y Marruecos, con sus 3.500 kilómetros de costa y cerca de 1,2 millones de kilómetros cuadrados de espacio marítimo, se compromete con energía y determinación a asumir su parte en esta obra colectiva.
Uassalamu alaikum warahmatu lahi wabarakatuh”.