AHORA, LA VERDAD SALE A LA LUZ… 26 AÑOS DE ESFUERZOS REALES CORONADOS CON UNA DECISIÓN DE LA ONU QUE REFUERZA LA SOBERANÍA MARROQUÍ SOBRE EL SAHARA
La verdadera palabra decisiva en la resolución de la ONU n.º 2797, sobre el Sahara marroquí, corresponde a Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios lo proteja y lo apoye. De hecho, un expediente de tal importancia y magnitud no habría podido avanzar ni resolverse definitivamente en el Consejo de Seguridad sin los esfuerzos constantes del Rey a lo largo de los años y su implicación personal en este asunto estratégico para el Reino de Marruecos.
El liderazgo perspicaz y la diplomacia eficaz y pacífica de Su Majestad en este asunto extremadamente complejo han dado frutos una vez más, como en varias ocasiones anteriores, y se tradujeron en un amplio respaldo de la comunidad internacional y en una decisión histórica frente a la cual ningún Estado votó en contra. Esta decisión refleja las orientaciones futuras en este tema y establece la base sobre la que se apoyará su resolución: cualquier debate posterior al 31 de octubre pasado se desarrollará únicamente dentro del marco de la autonomía bajo la soberanía marroquí.
En una entrevista concedida el sábado 1 de noviembre a la Segunda Cadena marroquí, el Ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Sr. Nasser Bourita, pronunció frases que no pueden pasarse por alto y que corroboran el contenido de este artículo. Declaró textualmente: «El seguimiento diario por parte de Su Majestad el Rey y, durante las negociaciones, la decisión se resolvió gracias a la intervención directa de Su Majestad y a su interacción directa con los líderes de algunos países», añadiendo también en la misma entrevista: «Rusia no utilizó su veto por Su Majestad el Rey y Marruecos».
El Sr. Bourita explicó que «Su Majestad el Rey adoptó desde 2004 la iniciativa de autonomía como alternativa estratégica tras el fracaso del proceso de referéndum», subrayando que el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre sus provincias del sur por parte de Estados Unidos en 2020 fue resultado de una interacción diplomática directa y fuerte de Su Majestad con la administración estadounidense, y confirmando que la posición estadounidense se mantuvo estable a pesar del cambio de administraciones entre Trump y Biden.
El Ministro también indicó que «la dirección real provocó un cambio en las posiciones de varias capitales europeas, donde la postura española y alemana cambió en 2021, seguida por Francia en 2024 y luego por el Reino Unido en 2025», subrayando que los marroquíes hoy cosechan los frutos de un trabajo real incansable que se ha prolongado durante 26 años.
Durante 26 años, Su Majestad el Rey Mohammed VI ha estado preparando el futuro en el asunto del Sahara marroquí, y gracias a su visión real suprema, la iniciativa de autonomía pasó de ser un documento de negociación a una referencia diplomática internacional, con un amplio respaldo de las potencias más fuertes del mundo. Así, pasó de ser una opción política a una realidad concreta que estructura el presente y el futuro del Sahara marroquí dentro de un proyecto nacional renovado y próspero bajo la bandera del Reino de Marruecos.
Sería imposible tratar en este artículo todos estos elementos sin detenerse en las referencias contenidas en el discurso real, en el que Su Majestad agradeció a todos los Estados amigos que tendieron la mano a Marruecos en este asunto y expuso la visión futura para implementar el plan de autonomía sobre el terreno marroquí. Fue verdaderamente un discurso real digno de un rey, redactado con elegancia y majestad, y lleno de mensajes poderosos. Entre los más elocuentes, Su Majestad declaró: «Y a pesar de los avances positivos en la cuestión de nuestra unidad territorial, Marruecos sigue comprometido a encontrar una solución sin vencedores ni vencidos, que preserve la dignidad de todas las partes. Marruecos no considera estos avances como una victoria, ni los utiliza para avivar el conflicto y las diferencias».
En conclusión, tras este éxito histórico, fruto de cincuenta años de lucha del Reino en todos los frentes, podemos recordar la máxima de Swami Sivananda: «Cuanto más difícil es el conflicto, más gloriosa es la victoria. La autorrealización requiere una lucha de gran magnitud».

