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El peligro silencioso: «Vacaciones en Paz», España en la mira del yihadismo desde Tinduf

España siempre ha sido un país de acogida, un lugar donde la solidaridad y la historia se entrelazan. Pero hoy, mientras el foco mundial está en Ucrania, en la frontera sur crece una amenaza silenciosa, disfrazada de buena intención.

Desde hace años, el programa “Vacaciones en Paz” ha dado la oportunidad a miles de niños saharauis de escapar, aunque sea por unos meses, del duro desierto de Tinduf (Argelia) para pasar el verano en familias españolas. Para muchas de esas familias, es un acto puro de solidaridad y humanidad. Y España puede estar orgullosa de eso.

Pero las cosas no son tan sencillas como parecen. Informes recientes de inteligencia europea empiezan a mirar con preocupación este puente humanitario. Resulta que algunos de esos niños, acogidos en España, han terminado vinculados con redes yihadistas activas en el Sahel, llegando incluso a ocupar puestos importantes en grupos terroristas.

Detrás de esta realidad está el Frente Polisario, que administra los campamentos de Tinduf. Según varias fuentes de inteligencia y medios como La Vanguardia, estos campamentos no solo son refugios, sino también centros donde se produce adoctrinamiento y entrenamiento militar. Y lo que es más inquietante: muchos de los jóvenes radicalizados usan el español aprendido en sus estancias aquí para preparar posibles ataques en Europa.

Esto supone un vector de amenaza inesperado. No viene del desierto en sí, sino de la confianza que se ha depositado en este programa y en esas personas. Y como dice un alto funcionario de inteligencia, “quienes se radicalizan conocen nuestras ciudades, nuestra lengua y nuestra cultura… eso les da ventaja”.

El Sahel africano es hoy uno de los mayores focos de terrorismo global, donde grupos vinculados a Al-Qaeda y al Estado Islámico luchan por el control. Y en medio de este polvorín, líderes radicales nacidos en los campamentos de Tinduf han escalado posiciones de poder.

El riesgo de que estas amenazas lleguen a suelo español sigue ahí, aunque esté controlado. Pero si los grupos yihadistas deciden enfocar sus ataques hacia Europa, España estaría en primera línea por su posición geográfica y por las rutas migratorias que atraviesan el Sahara Occidental y Mauritania.

Lo más preocupante no es solo lo que sabemos, sino lo que a veces preferimos no decir en voz alta. Se han detectado presiones para que algunos vínculos entre terrorismo y campamentos de Tinduf no se hagan públicos, especialmente en ciertos medios locales.

Quizás ha llegado la hora de revisar el programa “Vacaciones en Paz” y fortalecer sus controles. Mantener la solidaridad, sí, pero sin ingenuidad. Porque la paz no se sostiene solo con buenas intenciones, sino con verdad, vigilancia y responsabilidad.

España tiene ante sí un desafío: proteger a sus ciudadanos sin renunciar a su esencia humana y solidaria. Ese es el equilibrio que debe buscar, con los ojos abiertos y el corazón firme.

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