Política

El Sáhara Marroqui: Congreso del PP: presencia del Frente Polisario, grupo acusado de conexiones terroristas

En estos tiempos en los que el debate sobre el Sáhara Occidental vuelve a ocupar titulares, conviene recordar que no todo lo que se repite en los medios es verdad. Afirmaciones como que “el Frente Polisario es el legítimo representante del pueblo saharaui” o que “Marruecos ocupa ilegalmente el Sáhara desde 1975” ignoran tanto el derecho internacional actual como la profundidad histórica de la presencia marroquí en la región.


Una soberanía que no nació en 1975

Contrario a lo que algunos intentan instalar como relato dominante, el vínculo del Sáhara con Marruecos no nace con el conflicto postcolonial, sino que se remonta a más de mil años de historia. Desde el siglo VIII, con el surgimiento del Estado idrisí, las provincias del sur —incluido el actual Sáhara marroquí— han formado parte del tejido político, espiritual y económico del Magreb Al Aqça, bajo la égida del Imarat Al Mouminine y el acto de la Bayaâ (pleitesía), qui relie les tribus sahariennes au trône chérifien.

Los almorávides, nacidos del corazón del Sáhara, construyeron un imperio que unía África y Europa. Los almohades centralizaron la administración regional, y los meriníes estructuraron el territorio a través de gobernaciones que incluían regiones como Sijilmassa, Ued Drâa, Tarudant, Nūn y el Sūs Al Aqça (el actual Sáhara marroquí). Jamás existió en esa zona una entidad política saharaui independiente fuera del marco del Estado marroquí.

La integración económica y espiritual del Sáhara al conjunto marroquí era tal que su control garantizaba el flujo del oro subsahariano hacia el norte, y el funcionamiento de rutas caravaneras cruciales que consolidaron a Marruecos como Estado-nación desde siglos antes del colonialismo.


¿Representante legítimo? La justicia europea dice lo contrario

El artículo que celebraba la participación del Frente Polisario en un acto del Partido Popular afirma que “la justicia europea lo considera el representante legítimo del pueblo saharaui”. Esto es inexacto. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha establecido, en varias ocasiones, que el Polisario no tiene personalidad jurídica suficiente para representar al pueblo saharaui. No puede actuar en su nombre ante instituciones europeas ni firmar acuerdos. Las últimas sentencias incluso han reforzado la legitimidad de los acuerdos comerciales entre la UE y Marruecos que incluyen el Sáhara.


Una propuesta realista frente al inmovilismo

Desde 2007, Marruecos ha propuesto una solución de autonomía para el Sáhara que ha sido calificada por el Consejo de Seguridad de la ONU como “seria, creíble y realista”. Esta propuesta cuenta con el respaldo de Estados Unidos, Alemania, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, y más de 80 países.

En contraposición, el Polisario sigue defendiendo una posición maximalista, alimentada por el inmovilismo y la hostilidad de su patrocinador principal, Argelia. Mientras tanto, miles de saharauis viven atrapados en los campamentos de Tinduf, sin censo oficial, sin libertad de circulación y bajo control militar. Las organizaciones internacionales de derechos humanos han denunciado durante años las condiciones de vida y la opacidad del Polisario.


El Frente Polisario bajo la lupa internacional: ¿milicia o movimiento de liberación?

En los últimos meses, Estados Unidos ha solicitado oficialmente designar al Frente Polisario como grupo terrorista, en una resolución bipartidista presentada por los congresistas Joe Wilson y Jimmy Panetta. El texto acusa al Polisario de ser una “milicia marxista apoyada por Irán, Hezbolá y Rusia”, con una estructura paramilitar peligrosa y desestabilizadora.

Un informe del Hudson Institute también señala que el Polisario colabora con grupos terroristas como Hezbollah, utiliza drones iraníes, y desvía ayuda humanitaria destinada a los refugiados. Asimismo, se le vincula con actividades ilícitas en el Sahel, incluyendo el tráfico de armas y personas.

The Daily Signal ha recordado el derribo de dos aviones de USAID por el Polisario en 1988, que costó la vida a cinco personas. También se menciona el caso de Adnan Abu al-Walid al-Sahrawi, exmiembro del Polisario y líder del Estado Islámico en el Gran Sáhara, lo que añade una dimensión alarmante al historial del grupo.

Estas revelaciones, confirmadas en parte por servicios de inteligencia occidentales, desacreditan la imagen romántica del Polisario como movimiento de liberación nacional, mostrando más bien una organización armada con vínculos peligrosos y una trayectoria cada vez más radicalizada.


España: entre responsabilidad histórica y realidad geopolítica

España no puede seguir atrapada entre los fantasmas de una colonia que ya no existe. La historia compartida entre Marruecos y el Sáhara, la jurisprudencia internacional, las dinámicas regionales y las nuevas amenazas transfronterizas obligan a una reevaluación clara y valiente.

El Sáhara es marroquí no solo por derecho, sino por historia, por cultura y por légitimité. Negarlo es perpetuar el conflicto, desinformar a la opinión pública y obstaculizar una verdadera solución política.

Frente a la propaganda, los hechos; frente a los eslóganes, la historia; frente a los gestos vacíos, propuestas concretas.

El Sáhara no necesita más eslóganes de autodeterminación, sino desarrollo, integración y estabilidad. Y eso solo será posible dentro de la soberanía marroquí, con una autonomía negociada, como lo propone Rabat desde hace más de 15 años.

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